A caballo de dos siglos y de dos culturas, reconociendo que el mundo físico orbita y el social pendula y a sabiendas de que la primavera no puede permanecer, intento mostrar aquello que pienso. Si algo de este contenido es una sola vez útil a uno solo de los visitantes, la experiencia habrá valido la pena. Cualquier foto es imagen del pasado, y puestos a escoger, prefiero verme con todo el futuro por delante.
miércoles, 6 de septiembre de 2028
Hoy he abrazado a mi hija
sábado, 18 de diciembre de 2027
Padre
Supiste adaptar la transición a nuestra edad desdeñando la tuya. Diste tiempo a nuestros tiempos. Seis años es mucho tiempo, mucha delicadeza, dedicación y generosidad.
viernes, 2 de junio de 2023
El daño está hecho.
Parece que ha habido una debacle electoral en España. O por lo menos, eso dicen los medios. La prioridad al estamento político esconde el daño que durante los últimos cuatro años el gobierno ha infligido a estructuras de estado, instituciones, sociedad civil y a cada uno de los ciudadanos que habita nuestro país. Los titulares son para políticos y partidos que han ganado, perdido o participado con desigual fortuna en esta confrontación electoral de tipo regional y municipal.
Todo el mundo
habla; nadie escucha.
Si alguien escuchara, oiría las tropas afilando sus cuchillos, los caballos
relinchando nerviosos esperando ser montados por fieros guerreros, sus líderes,
que los llevarán al matadero de las trincheras. Algún que otro burro bramando
para hacerse oír entre tanto barullo y queriendo destacar participando en el
combate convocado a destiempo por el mayor de los perdedores de la última
refriega.
La convocatoria de elecciones
anticipadas es la mejor estrategia para no dejar tiempo para la reflexión, para
esconder culpabilidades y para desenfocar el resultado obtenido por la amalgama
de partidos presentes o soportes de un gobierno que no ha podido acabar su
legislatura. Aquí nadie pasa cuentas. Unos dimiten, otros dan un paso al lado, otros convocan nuevas elecciones, la mayoría se oculta, pero nadie pasa cuentas y asume culpas frente a los administrados ni frente a la ley. En política, mentir, malgastar, traicionar y engañar es gratis por mucho dolor y daño que produzca.
Nadie quiere hacer, en
estas condiciones, balance de daños de los últimos cuatro años, pero los daños
están ahí. Permanecerán y no podrán ser borrados por mucho tiempo. Algunos
habrán cambiado irremisiblemente la realidad social de nuestro país. También ha
habido frutos útiles y provechosos, a qué negarlo. Pero el balance es
desastroso, sea cual sea el punto de vista y la ideología desde la que se mire. La separación de poderes es una entelequia. El descrédito y la politización de estamentos e instituciones que deberían ser
garantía de ecuanimidad y estabilidad ha dado al traste con una configuración que ha
proporcionado, con sus altibajos, la referencia necesaria para que la sociedad
pudiera evolucionar.
Hoy grupos de todo pelaje
se permiten enfrentamientos con cualquier ley, con cualquier cuerpo que
conforman la estructura legal que nos hemos dado como sociedad y como estado.
Por una u otra razón el gobierno no ha querido o no ha podido reconducir la
voluntad destructiva de estos desafíos. Bien al contrario, algunas veces, un
descompuesto gobierno multicolor ha defendido posiciones contrarias y ha
incitado la rivalidad entre grupos que deberían haberse sentido amparadas por
una justicia integradora. Ello ha producido rupturas dentro de la sociedad que
permanecerán por mucho tiempo y desgarros hasta en las propias familias creando
separaciones irreparables por lo irracional de su motivación.
Las dinámicas destructivas
han anidado en grupos disgregadores de la sociedad española y auguran futuros
conflictos regionales cuya desactivación resultará complicada sino imposible.
Lejos de conceder un tiempo
de reflexión que permitiera a la sociedad atemperar la radicalidad y el
enfrentamiento, transfiriendo nuestras decisiones del corazón y el estómago al cerebro y consideración, entramos irreflexivamente en un nuevo periodo de exaltación ideológica
y enardecimiento de desafíos y hostilidades de todos contra todos.
Restañar heridas, recoser
desgarros y calmar la congestión quedará postergado a tiempos futuros y, al
calor de la campaña desatada, se profundizarán los desacuerdos y se enquistarán
los fanatismos y extremismos. Vienen tiempos difíciles.
miércoles, 12 de abril de 2023
Información complementaria. (al 20 aniversario)
Sobre mi escrito referente al 20 aniversario de mi coche y, en menor medida el del cambio climático, he recibido algunas respuestas que considero producto de falta de información.
La moral es el conjunto de convicciones que fundamentan los principios éticos que guían las acciones tanto políticas como sociales de personas y las entidades que estas forman. Otrosí, tachar de terraplanista y negacionista a quien opina y razona de forma no conforme al pensamiento único impuesto por nuestros mandatarios actuales y ofreciendo relatos distintos al discurso políticamente correcto, no es argumento alguno ni ayuda a la reflexión.
Ante todo, debo denunciar la inmoralidad
de los gobiernos que imponen un cambio de paradigma a la vida privada de sus
gobernados, sin valorar los daños que infligen a las personas abocándolas a un
escenario imposible de alcanzar, mientras permiten, si no alientan, la
persistencia de actividades totalmente contrapuestas al objetivo supuestamente
perseguido. Mientras se queman millones de toneladas de carbón, centenas de miles
de hectómetros cúbicos de gas y millones de barriles de petróleo para generar
energía eléctrica, se promociona el coche eléctrico y se machaca al
populacho que anda como puede en sus vehículos térmicos. Se imponen a los ciudadanos limitaciones y se les exigen sacrificios que los gobiernos ignoran para ellos mismos en su vida social y personal, así como en su acción política.
Estos gobiernos inmorales
y despóticos (cuando no corruptos), basan sus decisiones (además de las
presiones de los lobbies), en informes emitidos por entidades entre las que
destaca el IPCC.
El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) es un organismo científico establecido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1988. El IPCC se basa en la evaluación de la literatura científica disponible y la revisión por pares de ésta, sobre el cambio climático y sus impactos en el medio ambiente y la sociedad. Por tanto, la cantidad de literatura científica publicada con unas u otras tendencias influye en los informes emitidos por el IPCC. El número de publicaciones depende en parte, de la cantidad de recursos que respalden unos u otros estudios y su difusión.
El financiamiento del IPCC
proviene principalmente de los gobiernos de algunos países que contribuyen
voluntariamente a su funcionamiento y a la difusión de sus informes. Los
informes del IPCC son discutidos y negociados por los gobiernos patronos de este
organismo. Es cierto que las discusiones
políticas pueden surgir en la negociación de los informes del IPCC, ya que
los gobiernos participantes pueden tener diferentes intereses y perspectivas
sobre las políticas climáticas. A pesar del rigor científico que el IPCC
aplica en sus investigaciones, a pesar del respaldo de muchas
organizaciones científicas nacionales e internacionales, a pesar de la técnica
de revisión por pares que aplica el IPCC, los informes finales y las conclusiones son negociados y pactados políticamente con sus patrones.
En resumen, la base científica y la revisión por pares de la información publicada ayudan a garantizar que las conclusiones del IPCC sean
respaldadas por la evidencia científica disponible y reflejen el consenso científico
mayoritario actual. No obstante, la intervención de sus patronos en la publicación de sus informes, disminuye su fiabilidad en cuanto a rigor científico. Los informes finales (entre 8 y 10 desde su fundación) son documentos mastodónticos tan solo aptos por auténticos estudiosos especialistas. Las comisiones técnicas (donde están presentes delegados políticos de los patronos) resumen las conclusiones del IPCC a informes de unas 20 páginas dirigidos a los gobiernos y entidades supra gubernamentales.
Valga esta información para
determinar que el IPCC no es el Papa y sus conclusiones no son la Biblia, salvo
por parte de sus más fervorosos creyentes.
El cambio climático existe desde que la tierra tiene atmósfera. Ningún experto ni científico puede negar esta obviedad. Múltiples causas provocan cambios en nuestra atmósfera. El principal factor de inestabilidad y cambio atmosférico es la recepción y absorción de la radiación cósmica. Dentro de esta radiación es fundamental la luz solar. Su intensidad y su ángulo de incidencia sobre el globo terráqueo, son factores principales en los efectos que produce la radiación solar a nuestra atmósfera.
La órbita terrestre respecto al sol varía cíclicamente, de casi circular a una forma claramente elíptica. Por tanto la distancia de la tierra al sol durante las distintas estaciones es variable. El eje geográfico de la tierra tiene variaciones de ángulo respecto al plano orbital (oscilación de peonza) también de forma cíclica. El propio sol es inestable y tiene periodos de mayor y menor actividad. Las erupciones de su corona pueden ser de menor o mayor intensidad y pueden dirigirse hacia cualquier dirección. Los fotones y demás ondas y/o partículas emitidas por nuestro sol tardan ocho minutos en llegar a la atmósfera terrestre. Varios satélites vigilan y estudian permanentemente nuestro astro rey para poder prevenir en lo posible, los efectos de sus erupciones.
Nada de lo expuesto entra en los informes públicos del IPCC. ¿Las mayores causas del cambio climático no entran en los análisis de esta entidad?
La atmósfera está compuesta por un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y un 1% de otros gases. El vapor de agua y el argón son los mayores componentes de este 1%. El dióxido de carbono CO2 representa un 0,04%, el Neón un 0,018%, hay trazas de CH4 (Metano), Helio, Kriptón, Xenón, Hidrógeno libre, etc.
En
cuanto a oscilaciones de proporción de
CO² en la atmósfera
terrestre y su temperatura global, no es necesario recurrir a erupciones
volcánicas (la del Toba) de hace 74.000 años. Los registros paleo-climáticos
indican que ha habido variaciones significativas en la temperatura global del planeta y en
la proporción de CO² en la
atmósfera durante los últimos 2000 años. Entre los años
900 y 1300 d.C., se produjo un periodo de calentamiento global conocido como el
"Máximo Medieval". Luego, entre los siglos XVI y XIX, se
produjo la llamada “pequeña edad de hielo”. Durante este periodo, la
temperatura global se enfrió significativamente, lo que se manifestó en el
crecimiento de los glaciares, en la extensión del hielo marino y en el descenso
del nivel de mares y océanos. Las razones de estas oscilaciones no han sido descritas de forma científicamente contrastada. Desde principios del siglo XX, la
temperatura global ha experimentado un calentamiento significativo. En
promedio, la temperatura global ha aumentado aproximadamente 1°C desde 1900.
Gran parte de este calentamiento se ha producido desde la década de 1970. Todo
ello es información registrada en los medios medibles naturales (troncos de
árboles, hielos “llamados” eternos, dataciones geológicas, etc.).
Es innegable la existencia
del cambio climático. Lo hubo y lo habrá. También es importante
tener en cuenta que el cambio climático no es solo un problema ambiental, sino
también un problema económico, social y de seguridad global. El actual ciclo de calentamiento
global tiene el potencial de afectar significativamente la economía global, la
seguridad alimentaria, la salud humana y la biodiversidad, entre otros
aspectos. La urgencia de abordar el cambio climático se debe en gran parte a la
magnitud y el alcance de estos impactos
potenciales. Lo que no está tan claro es el nivel de alarma promovida por los gobiernos y las entidades
ecologistas que se basa en una evaluación subjetiva de la evidencia
científica y de los riesgos potenciales asociados con el cambio climático. Aunque
es importante abordar el cambio climático, debe hacerse con valoraciones
objetivas e imparciales, de manera equilibrada y proporcionada, considerando la
complejidad del problema y la efectividad de respuestas factibles y
justificadas.
Es de principal importancia determinar el origen del actual ciclo de calentamiento global. Se debe estudiar la participación en éste, de los gases de efecto invernadero para actuar sobre ellos de forma consecuente, factible y eficiente. Según los informes científicos disponibles (entre ellos los del IPCC), los orígenes son diversos. Por orden de importancia:
a) La quema
de productos fósiles (carbones, petróleos y sus derivados -gas
incluido-) se ha incrementado muy sensiblemente desde la revolución industrial.
Su utilidad en la industria (producción de energía eléctrica, cementeras, etc.)
es la responsable de su posición número uno en los orígenes de los gases de
efecto invernadero (incluido el CO²). El
tráfico rodado, marítimo y aéreo, así como las calefacciones de edificios,
contribuyen en menor medida a las emisiones de estos gases.
b) La
deforestación, que mengua la capacidad de absorción natural
del CO² y es una
de las causas del desequilibrio actual.
c) La
agricultura y la ganadería que son fuertes emisores de CO² y metano (CH4).
d) Los
procesos naturales (volcánicos, la reversión nocturna de las
propias plantas, etc.)
Se deduce fácilmente que la emisión
antropogénica es, en todo caso superior al 60% de las emisiones totales de
gases de efecto invernadero. Ante el incremento de 300 a 415 ppm de CO² en la atmósfera durante los dos últimos siglos,
las plantas se adaptan incrementando su poder de absorción, aunque tal
incremento es insuficiente para lograr el equilibrio de emisores y
absorbedores.
La fotosíntesis de las
plantas y los océanos son los grandes absorbedores netos de dióxido de
carbono (CO²). Son
nuestros únicos aliados en este quehacer. Los minúsculos esfuerzos de
reabsorción de CO² producido
por instalaciones emisoras humanas son respetables pero ineficientes para
restablecer el equilibrio.
Si analizamos los países mas
emisores del planeta, China (32%), EEUU (13%) e India (11%) suman más del 56% de las emisiones
antropogénicas del planeta.
Mi egoísta, pero objetiva
conclusión es que mientras los países productores de más de la mitad de
los gases de efecto invernadero no disminuyan drásticamente sus emisiones,
mientras los gobiernos de nuestra querida Europa sigan permitiendo la producción de electricidad quemando gas, carbón, petróleos y derivados, a mí no me pidan
desmesurados sacrificios vitales que reduzcan exageradamente mi confort y mi
economía. La agenda 2030 es una quimera inalcanzable y exige unos cambios drásticos, en parte inútiles y excesivos en todo caso, al 5% de la población mundial. Mi compromiso y mis
esfuerzos están y estarán a favor de la reducción de emisiones de gases,
líquidos, partículas y sólidos que polucionen el planeta. Mi forma de vida ha
cambiado en tal sentido y seguirá cambiando. Pero no me exijan sacrificios
dogmáticos ni adhesiones inquebrantables destinados a fracasar ineludiblemente en sus
objetivos, que van contra mi forma de vivir y tienden a anular mi propia
identidad.
Debemos reconocer que sobre los factores no antropogénicos del cambio climático, nada pueden hacer los habitantes del planeta. Dado que su magnitud es de proporciones gigantescas respecto a las que la actividad humana pueda suponer, es posible que la actual alarma sea simplemente la reacción al reconocimiento de nuestra debilidad y nimiedad como seres humanos.
Referencias:
-(1) NASA Change (2019). Carbon Dioxide Concentration | NASA
Global Climate Change. https://climate.nasa.gov/vital-signs/carbon-dioxide/
– (2) IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático https://www.ipcc.ch/languages-2/spanish/
– (3) Skeptical
Science (2015). Plants cannot live on CO2 alone. https://skepticalscience.com/co2-plant-food.htm
– (4) Sneed, A.
(2018). – - Ask the experts: does rising CO2 benefit plants?. Scientific
American. https://www.scientificamerican.com/article/ask-the-experts-does-rising-co2-benefit-plants1/
– (5) Carrington,
D. (2019). Tree planting ‘has mind-blowing potential’ to tackle climate crisis.
The Guardian. https://www.theguardian.com/environment/2019/jul/04/planting-billions-trees-best-tackle-climate-crisis-scientists-canopy-emissions
– (6) Campbell,
J., Berry, J., Seibt, U., Smith, S., Montzka, S., & Launois, T. et al.
(2017). Large historical growth in global terrestrial gross primary production.
Nature, 544(7648), 84-87. doi:http://doi.org/f9xxnp
– (7) Green, J.,
Seneviratne, S., Berg, A., Findell, K., Hagemann, S., Lawrence, D., &
Gentine, P. (2019). Large influence of soil moisture on long-term terrestrial
carbon uptake. Nature, 565(7740), 476-479. doi:http://doi.org/gftrpf
– (8) Kovenock,
M., & Swann, A. (2018). Leaf trait acclimation amplifies simulated climate
warming in response to elevated carbon dioxide. Global Biogeochemical Cycles,
32(10), 1437-1448. doi:http://doi.org/gd886k
– (9) Myers, S., Zanobetti,
A., Kloog, I., Huybers, P., Leakey, A., & Bloom, A. et al. (2014).
Increasing CO2 threatens human nutrition. Nature, 510(7503), 139-142.
doi:http://doi.org/gc3fqj
lunes, 10 de abril de 2023
20 Aniversario
Políticamente incorrecto, irredento pecador.
Este es un escrito irrelevante
por cuanto está motivado por el cumpleaños no de un humano, ni tan siquiera una
mascota. Hoy, nueve de abril de 2023, mi coche cumple 20 años.
Es un Porsche 911, de los muchos
miles que se llevan fabricando desde 1963. Se mantiene en un excelente estado a
pesar de su edad y sus casi doscientos mil kilómetros. Ha sido un fiel
compañero, fiable, divertido, potente, dócil y rebelde a la vez y sigue
transmitiendo emociones a quien lo conduce llenando de placer cualquier
trayecto adaptándose al perfil del trazado como guante de seda en puño de
hierro. Pretendo seguir con él durante los próximos veinte años, hasta que uno
de los dos expire y deje al otro en la soledad y el desconsuelo.
Pero ¡qué digo! ¡Veinte años!
¡Blasfemia! ¡Un coche térmico en 2043!
Pues sí. Reflexionemos. Partimos
de axiomas falsos confundiendo el CO²
con la polución, el cambio climático con el fuego del infierno. La combustión
es una reacción química exotérmica en la cual se produce una reacción entre una
sustancia combustible y un agente oxidante (usualmente oxígeno), generando
calor y emitiendo productos de combustión, como dióxido de carbono, agua y
otros gases y residuos. Durante la combustión, la energía química almacenada en
la sustancia combustible es liberada en forma de calor y luz, lo que la
convierte en una fuente importante de energía para muchas aplicaciones
prácticas. Recordemos que la revolución industrial
Sin embargo, la combustión también puede tener efectos negativos sobre
el medio ambiente, ya que hay productos de la combustión que pueden contaminar
el aire. Por esta razón, se buscan formas de reducir la emisión de gases y
residuos en los procesos de combustión. Vamos a profundizar un poco buscando la
ecuanimidad y los efectos probados.
Los gases.
El dióxido de carbono (CO²) es un componente esencial para el proceso de fotosíntesis de las plantas. Durante la fotosíntesis, el CO² es absorbido por las hojas de la planta a través de unos pequeños poros llamados estomas. Una vez dentro de la célula vegetal, el CO² se combina con una molécula llamada ribulosa bisfosfato (RuBP) para formar una molécula inestable llamada ácido fosfoglicérico (PGA). El PGA se convierte en glucosa y otros compuestos orgánicos a través de una serie de reacciones químicas que requieren energía de la luz solar y de otras moléculas disponibles en la naturaleza. Sin CO², las plantas no pueden realizar la fotosíntesis y crecer, lo que tendría un efecto devastador en el ecosistema y la vida en la Tierra. Los análisis geológicos muestran que la concentración de CO² en la atmósfera terrestre desde la aparición del hombre en la tierra, ha fluctuado entre 250 y 700 partes por millón (ppm). Las fluctuaciones dependen en gran medida de efectos naturales (eventos volcánicos, meteóricos, etc). Se estima que al comienzo de la revolución industrial la concentración era de 300 ppm y hoy alcanza los 416 ppm. Las plantas crecen más, emiten más oxigeno y nosotros respiramos mejor en este sentido. El efecto invernadero del CO² es importante, pero de menor entidad que los aspavientos de movimientos catastrofistas quieren magnificar. Controlar su evolución, sí. Pero la criminalización actual del CO² es rotundamente una exageración impropia. Estamos hablando del 0,04% de los componentes de nuestra atmósfera. En todo caso, los grandes productores de CO² son las plantas de producción eléctrica, en su mayor parte.
Los óxidos de nitrógeno (NOx) son gases producidos durante la
combustión a altas temperaturas y pueden causar problemas respiratorios, como
el asma, y contribuir a la formación de smog y lluvia ácida.
El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro e incoloro muy tóxico
para los humanos y los animales, ya que interfiere con la capacidad de la
sangre para transportar oxígeno.
Los hidrocarburos (HC) en forma gaseosa son emitidos cuando el
combustible no se quema completamente y pueden contribuir a la formación de
ozono troposférico, un contaminante del aire perjudicial para la salud.
Las partículas.
Las partículas microscópicas de muy diversa composición, pueden
causar problemas respiratorios y enfermedades pulmonares cuando se inhalan, y
también contribuyen a la formación de smog y a la contaminación del aire. Los
motores térmicos emiten una variedad de productos sólidos en forma de
partículas cuando se quema el combustible en su interior. Estas partículas se
conocen como material particulado o PM (por sus siglas en inglés, Particulate
Matter).
El material particulado emitido por los motores térmicos puede variar
en tamaño y composición, dependiendo del tipo de combustible utilizado, la
calidad del combustible, el diseño del motor y otros factores. Algunos ejemplos
comunes de productos sólidos emitidos por un motor térmico son:
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP): Estos compuestos
orgánicos sólidos son producidos durante la combustión incompleta del combustible
y pueden ser tóxicos para la salud humana y el medio ambiente.
Óxidos de azufre (SOx): Estos productos sólidos se forman cuando el
combustible contiene azufre y se quema a altas temperaturas. Pueden contribuir
a la formación de lluvia ácida y otros problemas ambientales.
Metales pesados: Algunos metales pesados, como el plomo, el cadmio y
el mercurio, pueden estar presentes en el combustible y ser emitidos como
partículas sólidas durante la combustión.
Cenizas: Las cenizas son el residuo sólido que queda después de la
quema del combustible. Estas partículas pueden ser tóxicas y contribuir a la contaminación
del aire y generar smog.
Es importante controlar y reducir la emisión de estos productos
sólidos de los motores térmicos para proteger la salud humana y el medio
ambiente. Los motores modernos ya utilizan tecnologías como los filtros de
partículas para reducir la cantidad de material particulado emitido por el
motor.
Para reducir la emisión de gases y partículas tanto en su cantidad como en su poder contaminante, se utilizan
tecnologías como los sistemas de control que incluyen sensores, catalizadores y filtros
activos. Las tecnologías híbridas
en la tracción de vehículos, permiten recuperar la energía en las
deceleraciones (frenados) y así disminuir los consumos y por tanto emitir menos residuos. Combustibles mejorados con nuevas tecnologías y esfuerzos adicionales en
la producción de motores más limpios contribuirán a una larga vida de los
motores térmicos cuya sustitución, hoy en día, no es posible sin dañar grave y
profundamente la vida humana en sus facetas laborales y económicas, así como en
el confort y libertad conseguidos.
Dejaremos atrás indudablemente nuestra era del carbón (combustibles fósiles), pero a su tiempo y en función de la capacidad humana para sustituirlo por conjuntos (combustible y motor) basados en otras tecnologías. Consumir carbón, gas y petróleo para producir energía eléctrica y luego favorecer al coche eléctrico portador de un inmundo almacén de contaminación escondido en su batería, no es la solución. Las baterías tienen una vida operativa claramente inferior a la del coche térmico y su reciclaje es mucho más complejo que éste, con restos imposibles de eliminar totalmente y potencialmente muy peligrosos para la vida. La generación de electricidad "verde" (sin gas, carbón, ni petróleo) para las necesidades de la humanidad actuales (y menos futuras) no se conseguirá hasta el próximo siglo (por lo menos). La esperanza actual de producción eléctrica en una térmica de fusión no es probable hasta finales del presente siglo. Estamos en un impass y deberemos gestionarlo con inteligencia y basándonos en realidades y no inútiles quimeras. Deberemos trabajar durante los próximos decenios para producir mejores y eficientes combustibles y motores menos contaminantes. Las baterías, los combustibles, los neumáticos, los alquitranes y los motores (en este orden) deberán ser más amigables con la naturaleza.
En esta extraña Europa donde vivimos, habitan unos cuatrocientos millones de personas. La población mundial se aproxima a los ocho mil millones de seres humanos. Representamos menos del 5% de la humanidad. En Bruselas deben desconocer este dato. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la industria automotriz emplea directamente a 2,8 millones de personas en Europa y cerca de 15 millones de empleos indirectos. La producción de vehículos eléctricos no precisa de esta mano de obra. De los siete mil seiscientos millones de personas no europeos, la gran mayoría sueña con poseer un Porsche, un Mercedes, un Audi, un Ferrari... Un coche europeo (térmico). La industria europea puede valorar su producto gracias a este inmenso mercado. Los vehículos que usará el 95% de la humanidad seguirán siendo térmicos, tras el 2030. Según lo que ahora predican los voceros de nuestros líderes europeos, renunciaremos a estos productos y mercados y el 5% de la humanidad irá a pie o andando a buscar trabajo en la Ford, la Toyota o la General Motors. La polución debida a los coches térmicos (sea la que sea) se reducirá en un inapreciable ¿5%? ¿Europa se depreciará y se empobrecerá mediante este suicidio colectivo para conseguir algo parecido a nada?
Por mucho que se legisle contra ella, la realidad es cabezona y nada influenciable.
¿A qué intereses sirve la irrealizable agenda 2030 impuesta por esta endógena Europa? Para mí, ésta es la pregunta que requiere una clara y necesaria respuesta.
Los políticos no buscan largas explicaciones como la presente, algo complejas y buscando la comprensión de la gente en procesos no siempre bien conocidos. Buscan un eslogan y un culpable. Luego, los medios serviles, la propaganda y supuestos estudios técnicos rastreros esparcen el mensaje corto de simplona comprensión.
Parece que es mejor matar al paciente que buscar el
remedio a la enfermedad.
martes, 14 de marzo de 2023
Malos Tiempos
viernes, 19 de agosto de 2022
Con nombre y apellido
Tras el indigno comportamiento de unos centenares de energúmenos en el acto de reconocimiento a las víctimas de los atentados de Barcelona del 17 de Agosto de 2017, viendo quien lideraba el grupo de golfos analfabetos sin respeto a madres llorando a sus hijos muertos por la barbarie de cuatro terroristas, no puedo más que expresar mi cólera. No han respetado ni el minuto de silencio en un acto donde se fundían lo más intimo de lo privado con el reconocimiento público al sufrimiento.
Laura Borrás.
Personaje repugnante, lideresa de los miserables y sectarios. Su formación política da más asco cuanto mejor se les vé y conoce. Esta mujer concentra casi todos los vicios y defectos que han hecho de Junts pel 3% el peor ejemplo de lo que puede ser un partido político. Destructivos, malsanos, matones, irresponsables, ladrones, chulos de barrio, incívicos, desleales, traidores y faltos de toda empatía.
El clan Pujol - Mas generó en 2009 un movimiento fundamentalista para tapar sus vergüenzas y culminó en 2017 con la huida de sus propios actos del farsante Puigdemón. Desde entonces, personajillos rastreros y aprovechados no dan más que malos ejemplos y peores liderazgos.
Me dán mas asco que pena, y como Catalán, vergüenza ajena.
miércoles, 16 de junio de 2021
Energía (II)
En Setiembre de 2004 redacté un escrito que publiqué en 2011 sobre la energía eléctrica. Hoy, que el kilovatio ha alcanzado su récord histórico a nivel de precio, deseo poner de relieve los mismos conceptos que me indujeron a la redacción citada.
http://rogersangenis.blogspot.com/2018/12/hoja-de-ruta-sobre-la-energia_16.html?m=1
Falta cultura, educación y
conocimiento sobre la generación de energía y sobran tópicos, falacias e
intereses mas o menos ocultos.
Ante todo, debemos reconocer la
extraordinaria aportación a la humanidad de la revolución industrial. Liberar
al ser humano del esfuerzo para realizar un trabajo sin usar su energía física
rompió los límites de la energía disponible y por tanto del potencial trabajo
de la humanidad. Todo ello a costa de la quema ingente de maderas, carbones y
toda suerte de compuestos orgánicos.
Pasados dos siglos, una vez
descubierta la otra cara de la moneda, la perjudicial liberación de gases de
efecto invernadero y la emisión de partículas compuestas derivadas de la combustión, se enfocó el abandono de la Era del Carbón. Ante los
errores de inicio en las instalaciones atómicas que produjeron algunos
incidentes fatales, también se quiso abandonar la Era Nuclear. Todo ello sin
orden ni concierto y obedeciendo oscuras voces con los más inconfesables
intereses y con el uso indiscriminado de populismos, eslóganes y creando
movimientos supuestamente populares y espontáneos. Demasiadas pancartas y
banderas contra pocos estudios científicos y programas serios avalados por
planes ejecutivos realizables y asumibles por la población y la economía.
El cortoplacismo y otras
vergonzosas prácticas de políticos a todos los niveles y de los lobbies
económicos, nos han llevado donde estamos, y las primeras quejas se están haciendo oír.
Los Países nórdicos generan una
gran parte de su energía eléctrica en centrales nucleares, y el precio de generación
de ésta es menos de la mitad del de España. Francia genera y vende a toda
Europa electricidad producida en sus 58 centrales atómicas y su tecnología es
la más avanzada del mundo (junto con EEUU).
Hasta que no llegue la tecnología
de fusión (supuestamente a finales del presente siglo) la única forma de
abastecer a la humanidad de suficiente energía eléctrica limpia y económicamente
asumible es la central nuclear de fisión de tercera generación. Alguien lo
tiene que decir y alguien deberá escucharlo.
viernes, 5 de febrero de 2021
Democràcia
Democracia
Hay campos del pensamiento que
uno poco o nunca se arriesga a remover. Hoy la esencia del sentido democrático
está en entredicho, no solo en España. En toda Europa ha habido durante estos últimos años, muestras inequívocas de la debilidad del sentido democrático y pone
en duda las desmesuradas muestras de la inquebrantable convicción de nuestros
pueblos y, especialmente, de sus dirigentes.
Hemos convertido la fuerza de la
mayoría en el súmmum y el ideal de la gobernanza. Lo mismo que las guerras se
ganan a base de tener mayores fuerzas armadas que el enemigo, hoy en día, la mayoría impulsa a una fuerza política a los mandos de una comunidad. Cuanta
más gente apoya una fuerza política, con mayor empuje (e impunidad) podrán
imponer sus ideas al resto de la sociedad.
La democracia sigue siendo una
resultante de la cantidad, no de la calidad. Los actuales ganadores dentro de un
sistema, poco o nada van a cambiarlo. Por eso es tan infrecuente el cambio de
leyes electorales, cuando son manifiestamente mejorables. Así, la democracia es
un sistema que tampoco contiene en si misma las herramientas de una evolución
positiva. Sino más bien al contrario, hay muestras más que sobradas de
tendencias dictatoriales insertas en los gobiernos a todos los niveles. En
Ayuntamientos, Regiones, Estados e instituciones supra nacionales tienden a
mostrar su faceta más despótica cuando intentan imponer el modelo de la mayoría
“democrática” a la sociedad entera a la que deberían servir.
Por desgracia el impulso
democrático es en esencia el estímulo para formar parte de los que pueden
imponer sus ideales a aquellos que piensan de forma distinta a uno mismo. Por
ello la euforia mostrada por parte de aquellos que ganan unas elecciones. Todos
creen que sus ideales son los buenos, y los de los otros no tanto o muy a
menudo, simplemente malos.
Como en las batallas, la promesa
de resultar vencedor es el mayor estímulo posible para los participantes al
enfrentamiento. La ventaja indudable de la democracia es que los
enfrentamientos se producen a base de votar y no disparar. ¡Es una virtud
destacable!
A pesar de ello los resultados
para la sociedad mantienen los defectos de
siempre. Los vencedores imponen una retórica, una historia, unas verdades
indiscutibles unos conceptos políticamente correctos o incorrectos, según el
caso. Se olvida que toda su fuerza está basada en la cantidad y ello no debería
suponer cualidades indiscutibles de su esencia ideológica. Pero por ello
compiten, por ello rivalizan y se enfrentan; para ganar. Y el vencedor, manda.
Como siempre.
La pantomima del sistema
parlamentario se traduce en un juego mercantilista de favores cuando no de
chantajes directos camuflados en supuestos intereses de unos administrados
determinados. La peor característica de este sistema es su ineficacia y su coste. Los favores
se pagan, y en última instancia el coste se carga a toda la sociedad en su
conjunto o en parte de ella mediante prohibiciones, imposiciones, así como con impuestos generales o directos.
La democracia es cara por su
esencia y su estructura. También por la incorporación de personas cuyo valor es
su afinidad y lealtad política al líder, muy por encima de su valía
profesional, sus conocimientos, su experiencia y habilidades en la gestión del
entorno que debe administrar. Una vez más, la democracia no incorpora
tendencias a la mejora del propio sistema.
El Club de Roma del año
1950, que fue la raíz de lo que hoy llamamos Europa, se fundó para controlar
los mercados del carbón y del acero para evitar nuevas confrontaciones. Europa
se ha querido vestir de federación de estados con un espectacular fracaso
político de desconocidas consecuencias e imprevisible desenlace, tras el
Brexit. Los estados están predispuestos a ceder parte de su poder económico (a
la postre, juegan con el dinero de los ciudadanos). No es lo mismo si nos
referimos a su poder político, que anida en el partido ganador de elecciones. A
mi modo de ver es el fracaso cantado de la Europa unida en lo económico (hasta
cierto punto) y desunida tanto en lo político como en lo social.
La ONU fue formada por 51 países
antes del fin de la última guerra mundial con el fin de crear un nuevo
ordenamiento internacional con prevalencia de los valores e intereses de
Occidente. La asamblea general incorpora actualmente 193 estados miembros y se
supone que el gobierno de la mayor organización internacional existente es su
Secretaría General. No obstante, el Consejo de Seguridad de 15 miembros
(formado por 5 miembros fijos con derecho a veto y 10 miembros no permanentes)
es quien tiene poder decisorio e impone sus “resoluciones” al resto de los
miembros de la asamblea. Es de destacar que la República Popular China es uno
de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.
Las grandes organizaciones
mencionadas, adalides del mundo democrático (¡Sic!), son grandes mercados de
intereses y favores. Su complejidad, enorme estructura, desmedida magnitud
económica y opacos vínculos con líquidas entidades de descomunal poder mundial
alejan sin duda los propósitos inicialmente planteados por ellas mismas.
La democracia, no es más que un sistema de
poder cuya base es la multitud (la mayoría), en contraposición con el gobierno
de uno (monarquía / dictadura) y el gobierno de los destacados (aristocracia /
tecnocracia). La famosa frase de Churchill, “la democracia es el menos malo de
los sistemas políticos”, es una de estas verdades impuestas por los vencedores,
al final de la última gran guerra. Curiosamente, Churchill la popularizó antes
de perder las siguientes elecciones a las que se presentó. Los más antiguos
sistemas tribales ya incorporaban de forma básica procedimientos similares a la
democracia. El más fuerte (en cualquier sentido que se le quiera dar) era aquel
que obtenía el favor de la mayor parte de la tribu, e imponía su voluntad (su
gobierno). Hoy en día, con la democracia representativa (la única posible), los
procedimientos se han sofisticado, pero los resultados acaban siendo los
mismos.
El historiador Plutarco,
describió la democracia griega en épocas de Platón y Aristóteles, como una
mezcla de democracia y aristocracia (mujeres, metecos y esclavos quedaban al
margen del sistema participativo). Desde aquellos tiempos ha habido múltiples
interpretaciones del sistema democrático.
En todos ellos, a pesar de las
supuestas democracias participativas, los ciudadanos acaban siendo servidores y
pagadores del sistema. Dado que el que gobierna lo hace gracias al sistema, no
existe voluntad alguna de modificar el propio sistema en favor del ciudadano,
no fuera a favorecer a la competencia. Los últimos intentos de democracia
participativa han sido verdaderos fiascos (Independencias de Escocia, Quebec, Baviera y
Catalunya entre otros, el Brexit, etc.). Los propios Suizos, expertos en el tema, reconocen
que quien escoge la pregunta y como y cuando hacerla, puede condicionar
perfectamente el resultado.
Nuestro sistema electoral no puede considerarse democrático sino partitocrático. Una restringida cúpula de cada partido, desconocida por el público, decide quien va a ir en las listas que se presentan a las elecciones. Muchos (la gran mayoría) de los nombres insertados en dichas listas son desconocidos por quien acaba votando dicha lista por el motivo que fuere. Dado que los mensajes electorales pueden ser (y de hecho son en su mayoría) promesas al aire y brindis al sol, que acabarán no produciendo realidad alguna, se vota básicamente a un partido cuya ideología parece la más próxima al votante o simplemente a su líder por cualquier afinidad. El rebaño es fácil de engañar. Luego, el número de diputados o senadores no será más que eso; un número. Una vez más, nuestra democracia está basada en la cantidad sin filtro alguno respecto a la cualidad del partido vencedor a quien se da un cheque en blanco durante cuatro años sin responsabilidad alguna si se incumplen promesas y programas.
¿A qué juego jugamos? Este
escrito no tiene otro objeto ni motivación que la de rebajar el nivel de
culpabilidad que podemos sentir en el momento de analizar nuestro sentido
democrático. El hecho de votar o decidir no hacerlo debería satisfacer suficientemente nuestros
sentimientos. Si además votamos de forma racional y meditada, mejor que
mejor.
Barcelona 5 de Febrero 2021
lunes, 6 de julio de 2020
Ennio Morricone - Sergio Leone
Conocí a Ennio Morricone durante el rodaje de “Giu la testa coglione” ("Agáchate, Maldito", en España.), en 1971. Fue en la llanura de Guadix, durante una noche de rodaje, en que dos locomotoras debían chocar frontalmente en la escena climax de la obra, con James Coburn, Rod Steiger, Romolo Valli, Maria Monte y un maravilloso equipo de rodaje.
Sergio y Ennio eran grandes amigos, ambos de gran calidad humana sumaban una excepcional sensibilidad, humanidad y sentido del humor.
Tengo decenas de recuerdos y anécdotas mezclando vodka, limoncello y altas dosis de fino sentido y gran corazón. No era extraño acabar los rodajes con una comida, o cena, o lo que fuera que se alargaban durante horas en una desbordante muestra de relatos repletos de vivencias, inteligencia y humor. Tampoco era inusual escuchar los esbozos musicales que Ennio componía para una u otra secuencia del filme. Las discusiones eran acaloradas, vitales, sin reservas ni fingimientos. Ennio se iba a Roma, y tras unos días, volvía al rodaje con nuevas melodías, nuevos temas que solo un genio como él podía sintetizar de la obra que se estaba rodando. Según él, se debía poner en la película todo lo que no se veía ni se decía. Sin Ennio, el cine nunca habría sido completo, lo que ha sido y lo que es.
Yo no era nadie entre un nutrido grupo de grandes hombres. Pero algo aprendí de su sabiduría y tuve el honor de ser tratado como un igual en un entorno que me superaba en todos los sentidos.
Hoy lloro una vez más por alguien que nunca hubiera debido morir.
lunes, 3 de febrero de 2020
Restricciones
(https://rogersangenis.blogspot.com/2011/03/de-luca-lucas.html).
miércoles, 1 de enero de 2020
¿Un día es un día?
Unas veces un día es una eternidad y otras un suspiro.
A veces, un día, significa futuro y otras pasado.
Un día es el presente, cuando se sufre, cuando se goza.
Cuando uno enferma o sana; cuando uno se enamora o se defrauda: se casa, se separa; siempre es un día.
Cuando nace un hijo o muere un padre, es un día.
Pero cada día siendo distinto, es cualquiera de ellos un cacho de vida, una parte de nosotros.
Un día es una porción nada despreciable de nuestro camino, de nuestro paso por esta miserable, y a la vez, maravillosa experiencia que es nuestra efímera existencia.
Con excesiva frecuencia olvidamos el despropósito que significa malgastar cualquiera de ellos, como nos ocurre a menudo.
Es un despilfarro del magro y único don que nos es dado.