miércoles, 6 de septiembre de 2028

Hoy he abrazado a mi hija

Hoy he abrazado a mi hija. Un abrazo matutino y cotidiano sin particularidad alguna. Ella a la Uni, yo al trabajo. Pero este simple abrazo ha evocado mi vida entera cuyo único motor son tan solo destellos de felicidad como este fugaz momento. Mi penumbra solo se desvanece con el centelleo de mis luceros. Mi familia, mis amigos, aquellos pocos desconocidos que, por un instante y sin vuelta, entregan su calor para aliviar mi frio.

Hoy he abrazado a mi hija. Efímero remanso en el torbellino, breve soplo que se escabulle y que yo quisiera eterno. La noche se torna día, el otoño primavera y  luego, cuando  concluye, brota de mi corazón un aullido de angustia, un ansioso lamento que solo apaciguará el próximo resplandor, el venidero encuentro.

Hoy he abrazado a mi hija y la vida me ha sonreído. No sé si con burla o afecto. Pero a mí que más me da, si lo pequeño de nuestro mundo es lo más grande del universo. La siempre escasa felicidad anida en lo pasajero, que nunca se queda quieto, que jamás permanece, en eterno vaivén, huidizo sentimiento.  
Hoy he abrazado a mi hija y es todo lo que deseo.

sábado, 18 de diciembre de 2027

Padre



Yo tenía ocho años. Te encontré en la cocina preparando tu desayuno, mientras hojeabas un periódico de atrasadas fechas. Había oído tus pasos en el pasillo y decidí levantarme para sentirte cerca, un día más. Luego era demasiado tarde. Desaparecías en tu quehacer diario y como mucho te volvía a ver entre sueños, con el beso de la noche. Fijé mis grandes ojos pueriles en tu espalda y te volviste con la singular tranquilidad que te caracterizaba. Tenías aquella forma de moverte parsimoniosa y afable. Yo me sentía seguro a tu vera. Transmitías paz y seguridad. Te quería, con la profundidad de un alma perdida en la confusión de una infancia agonizante donde despuntaban los desequilibrios de una pujante adolescencia; y te sigo queriendo. Estés donde estés.
“Hola, buenos días jovencito”. Yo seguí mirándote silencioso. “¿Quieres un vaso de leche?” Yo era incapaz de expresar el remolino de pensamientos que se agitaban en mi mente pueril y adormecida. Mi respuesta estaba en otro lugar. Era incapaz de expresar una respuesta coherente con tu pregunta y mis ideas. Tu sonrisa, tu mirada atenta e inteligente formulaban una pregunta mucho mas allá de tu propuesta. Quizás en esto se resume la relación entre un hijo y su padre. Nunca supe como explicarte mi indecisión y mis dudas. Mirándote, renunciaba a mostrarte mi egoísmo y mis incertidumbres. A menudo pienso que hubiéramos podido vivir más próximos, más cercanos y con mayor comprensión si yo me hubiera esforzado en abrir mi pequeño corazón que blindaba con esfuerzo para no sufrir más daños. No comprendí hasta mucho más tarde que la vida es asumir el dolor, la duda y el placer con igual mesura y entereza. Era, y probablemente siga siendo, poco valiente por no decir bastante cobarde, ante la pena y el desconsuelo.
El día anterior nos habías anunciado, a mi hermana mayor y a mí, el inminente nacimiento de nuestra futura hermanita, arrebatándome de sopetón mi credencial del menor, el pequeño, el benjamín, con sus inherentes y valiosos privilegios. Hoy me ofrecías un vaso de leche sin sospechar el volcán de sentimientos que habías despertado en mi débil identidad. La ilusión, el temor y la incertidumbre formaban un amasijo inextricable que yo ni conseguía esclarecer ni expresar. Me atemorizaba el cambio de vida que ello, sin duda suponía. Perder referencias cuando aún no tienes fijadas las mínimas vitales es, cuanto menos, sobrecogedor. Un cambio de familia, de jerarquías, probablemente de vivienda, de país, de vecinos, de colegio, de ciudad...
Supiste adaptar la transición a nuestra edad desdeñando la tuya. Diste tiempo a nuestros tiempos. Seis años es mucho tiempo, mucha delicadeza, dedicación y generosidad.
Hoy, rebuscando en los tesoros de nuestros momentos vividos, debo agradecerte el abrazo que aquel día me ofreciste sin requerir explicación alguna a mi enigmático mutismo. El bálsamo de tu incondicional querer fue mi salvación. Hoy tengo en mi memoria el calor de aquel instante que irradia mi presente y permanecerá en mi corazón hasta que deje de latir.

viernes, 2 de junio de 2023

El daño está hecho.

 Parece que ha habido una debacle electoral en España. O por lo menos, eso dicen los medios. La prioridad al estamento político esconde el daño que durante los últimos cuatro años el gobierno ha infligido a estructuras de estado, instituciones, sociedad civil y a cada uno de los ciudadanos que habita nuestro país. Los titulares son para políticos y partidos que han ganado, perdido o participado con desigual fortuna en esta confrontación electoral de tipo regional y municipal. 

Todo el mundo habla; nadie escucha.
Si alguien escuchara, oiría las tropas afilando sus cuchillos, los caballos relinchando nerviosos esperando ser montados por fieros guerreros, sus líderes, que los llevarán al matadero de las trincheras. Algún que otro burro bramando para hacerse oír entre tanto barullo y queriendo destacar participando en el combate convocado a destiempo por el mayor de los perdedores de la última refriega.

La convocatoria de elecciones anticipadas es la mejor estrategia para no dejar tiempo para la reflexión, para esconder culpabilidades y para desenfocar el resultado obtenido por la amalgama de partidos presentes o soportes de un gobierno que no ha podido acabar su legislatura. Aquí nadie pasa cuentas. Unos dimiten, otros dan un paso al lado, otros convocan nuevas elecciones, la mayoría se oculta, pero nadie pasa cuentas y asume culpas frente a los administrados ni frente a la ley. En política, mentir, malgastar, traicionar y engañar es gratis por mucho dolor y daño que produzca.

Nadie quiere hacer, en estas condiciones, balance de daños de los últimos cuatro años, pero los daños están ahí. Permanecerán y no podrán ser borrados por mucho tiempo. Algunos habrán cambiado irremisiblemente la realidad social de nuestro país. También ha habido frutos útiles y provechosos, a qué negarlo. Pero el balance es desastroso, sea cual sea el punto de vista y la ideología desde la que se mire. La separación de poderes es una entelequia. El descrédito y la politización de estamentos e instituciones que deberían ser garantía de ecuanimidad y estabilidad ha dado al traste con una configuración que ha proporcionado, con sus altibajos, la referencia necesaria para que la sociedad pudiera evolucionar.

Hoy grupos de todo pelaje se permiten enfrentamientos con cualquier ley, con cualquier cuerpo que conforman la estructura legal que nos hemos dado como sociedad y como estado. Por una u otra razón el gobierno no ha querido o no ha podido reconducir la voluntad destructiva de estos desafíos. Bien al contrario, algunas veces, un descompuesto gobierno multicolor ha defendido posiciones contrarias y ha incitado la rivalidad entre grupos que deberían haberse sentido amparadas por una justicia integradora. Ello ha producido rupturas dentro de la sociedad que permanecerán por mucho tiempo y desgarros hasta en las propias familias creando separaciones irreparables por lo irracional de su motivación.

Las dinámicas destructivas han anidado en grupos disgregadores de la sociedad española y auguran futuros conflictos regionales cuya desactivación resultará complicada sino imposible.

Lejos de conceder un tiempo de reflexión que permitiera a la sociedad atemperar la radicalidad y el enfrentamiento, transfiriendo nuestras decisiones del corazón y el estómago al cerebro y consideración, entramos irreflexivamente en un nuevo periodo de exaltación ideológica y enardecimiento de desafíos y hostilidades de todos contra todos.

Restañar heridas, recoser desgarros y calmar la congestión quedará postergado a tiempos futuros y, al calor de la campaña desatada, se profundizarán los desacuerdos y se enquistarán los fanatismos y extremismos. Vienen tiempos difíciles.

miércoles, 12 de abril de 2023

Información complementaria. (al 20 aniversario)

Sobre mi escrito referente al 20 aniversario de mi coche y, en menor medida el del cambio climático, he recibido algunas respuestas que considero producto de falta de información.

La moral es el conjunto de convicciones que fundamentan los principios éticos que guían las acciones tanto políticas como sociales de personas y las entidades que estas forman. Otrosí, tachar de terraplanista y negacionista a quien opina y razona de forma no conforme al pensamiento único impuesto por nuestros mandatarios actuales y ofreciendo relatos distintos al discurso políticamente correcto, no es argumento alguno ni ayuda a la reflexión.

Ante todo, debo denunciar la inmoralidad de los gobiernos que imponen un cambio de paradigma a la vida privada de sus gobernados, sin valorar los daños que infligen a las personas abocándolas a un escenario imposible de alcanzar, mientras permiten, si no alientan, la persistencia de actividades totalmente contrapuestas al objetivo supuestamente perseguido. Mientras se queman millones de toneladas de carbón, centenas de miles de hectómetros cúbicos de gas y millones de barriles de petróleo para generar energía eléctrica, se promociona el coche eléctrico y se machaca al populacho que anda como puede en sus vehículos térmicos. Se imponen a los ciudadanos limitaciones y se les exigen sacrificios que los gobiernos ignoran para ellos mismos en su vida social y personal, así como en su acción política. 

Estos gobiernos inmorales y despóticos (cuando no corruptos), basan sus decisiones (además de las presiones de los lobbies), en informes emitidos por entidades entre las que destaca el IPCC.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) es un organismo científico establecido por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1988. El IPCC se basa en la evaluación de la literatura científica disponible y la revisión por pares de ésta, sobre el cambio climático y sus impactos en el medio ambiente y la sociedad. Por tanto, la cantidad de literatura científica publicada con unas u otras tendencias influye en los informes emitidos por el IPCC. El número de publicaciones depende en parte, de la cantidad de recursos que respalden unos u otros estudios y su difusión.

El financiamiento del IPCC proviene principalmente de los gobiernos de algunos países que contribuyen voluntariamente a su funcionamiento y a la difusión de sus informes. Los informes del IPCC son discutidos y negociados por los gobiernos patronos de este organismo. Es cierto que las discusiones políticas pueden surgir en la negociación de los informes del IPCC, ya que los gobiernos participantes pueden tener diferentes intereses y perspectivas sobre las políticas climáticas. A pesar del rigor científico que el IPCC aplica en sus investigaciones, a pesar del respaldo de muchas organizaciones científicas nacionales e internacionales, a pesar de la técnica de revisión por pares que aplica el IPCC, los informes finales y las conclusiones son negociados y pactados políticamente con sus patrones.

En resumen, la base científica y la revisión por pares de la información publicada ayudan a garantizar que las conclusiones del IPCC sean respaldadas por la evidencia científica disponible y reflejen el consenso científico mayoritario actual. No obstante, la intervención de sus patronos en la publicación de sus informes, disminuye su fiabilidad en cuanto a rigor científico. Los informes finales (entre 8 y 10 desde su fundación) son documentos mastodónticos tan solo aptos por auténticos estudiosos especialistas. Las comisiones técnicas (donde están presentes delegados políticos de los patronos) resumen las conclusiones del IPCC a informes de unas 20 páginas dirigidos a los gobiernos y entidades supra gubernamentales.

Valga esta información para determinar que el IPCC no es el Papa y sus conclusiones no son la Biblia, salvo por parte de sus más fervorosos creyentes.

El cambio climático existe desde que la tierra tiene atmósfera. Ningún experto ni científico puede negar esta obviedad. Múltiples causas provocan cambios en nuestra atmósfera. El principal factor de inestabilidad y cambio atmosférico es la recepción y absorción de la radiación cósmica. Dentro de esta radiación es fundamental la luz solar. Su intensidad y su ángulo de incidencia sobre el globo terráqueo, son factores principales en los efectos que produce la radiación solar a nuestra atmósfera. 

La órbita terrestre respecto al sol varía cíclicamente, de casi circular a una forma claramente elíptica. Por tanto la distancia de la tierra al sol durante las distintas estaciones es variable. El eje geográfico de la tierra tiene variaciones de ángulo respecto al plano orbital (oscilación de peonza)  también de forma cíclica. El propio sol es inestable y tiene periodos de mayor y menor actividad. Las erupciones de su  corona pueden ser de menor o mayor intensidad y pueden dirigirse hacia cualquier dirección. Los fotones y demás ondas y/o partículas emitidas por nuestro sol tardan ocho minutos en llegar a la atmósfera terrestre. Varios satélites vigilan y estudian permanentemente nuestro astro rey para poder prevenir en lo posible, los efectos de sus erupciones.

Nada de lo expuesto entra en los informes públicos del IPCC. ¿Las mayores causas del cambio climático no entran en los análisis de esta entidad?

La atmósfera está compuesta por un 78% de nitrógeno, 21% de oxígeno y un 1% de otros gases. El vapor de agua y el argón son los mayores componentes de este 1%. El dióxido de carbono CO2 representa un 0,04%, el Neón un 0,018%, hay trazas de CH4 (Metano), Helio, Kriptón, Xenón, Hidrógeno libre, etc.

En cuanto a oscilaciones de proporción de CO² en la atmósfera terrestre y su temperatura global, no es necesario recurrir a erupciones volcánicas (la del Toba) de hace 74.000 años. Los registros paleo-climáticos indican que ha habido variaciones significativas en la temperatura global del planeta y en la proporción de CO² en la atmósfera durante los últimos 2000 años. Entre los años 900 y 1300 d.C., se produjo un periodo de calentamiento global conocido como el "Máximo Medieval". Luego, entre los siglos XVI y XIX, se produjo la llamada “pequeña edad de hielo”. Durante este periodo, la temperatura global se enfrió significativamente, lo que se manifestó en el crecimiento de los glaciares, en la extensión del hielo marino y en el descenso del nivel de mares y océanos. Las razones de estas oscilaciones no han sido descritas de forma científicamente contrastada. Desde principios del siglo XX, la temperatura global ha experimentado un calentamiento significativo. En promedio, la temperatura global ha aumentado aproximadamente 1°C desde 1900. Gran parte de este calentamiento se ha producido desde la década de 1970. Todo ello es información registrada en los medios medibles naturales (troncos de árboles, hielos “llamados” eternos, dataciones geológicas, etc.).

Es innegable la existencia del cambio climático. Lo hubo y lo habrá. También es importante tener en cuenta que el cambio climático no es solo un problema ambiental, sino también un problema económico, social y de seguridad global. El actual ciclo de calentamiento global tiene el potencial de afectar significativamente la economía global, la seguridad alimentaria, la salud humana y la biodiversidad, entre otros aspectos. La urgencia de abordar el cambio climático se debe en gran parte a la magnitud y el alcance de estos impactos potenciales. Lo que no está tan claro es el nivel de alarma promovida por los gobiernos y las entidades ecologistas que se basa en una evaluación subjetiva de la evidencia científica y de los riesgos potenciales asociados con el cambio climático. Aunque es importante abordar el cambio climático, debe hacerse con valoraciones objetivas e imparciales, de manera equilibrada y proporcionada, considerando la complejidad del problema y la efectividad de respuestas factibles y justificadas.

Es de principal importancia determinar el origen del actual ciclo de calentamiento global. Se debe estudiar la participación en éste, de los gases de efecto invernadero para actuar sobre ellos de forma consecuente, factible y eficiente. Según los informes científicos disponibles (entre ellos los del IPCC), los orígenes son diversos. Por orden de importancia:

a)   La quema de productos fósiles (carbones, petróleos y sus derivados -gas incluido-) se ha incrementado muy sensiblemente desde la revolución industrial. Su utilidad en la industria (producción de energía eléctrica, cementeras, etc.) es la responsable de su posición número uno en los orígenes de los gases de efecto invernadero (incluido el CO²). El tráfico rodado, marítimo y aéreo, así como las calefacciones de edificios, contribuyen en menor medida a las emisiones de estos gases.

b)   La deforestación, que mengua la capacidad de absorción natural del CO² y es una de las causas del desequilibrio actual.

c)    La agricultura y la ganadería que son fuertes emisores de CO² y metano (CH4).

d)   Los procesos naturales (volcánicos, la reversión nocturna de las propias plantas, etc.)

Se deduce fácilmente que la emisión antropogénica es, en todo caso superior al 60% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Ante el incremento de 300 a 415 ppm de CO² en la atmósfera durante los dos últimos siglos, las plantas se adaptan incrementando su poder de absorción, aunque tal incremento es insuficiente para lograr el equilibrio de emisores y absorbedores.

La fotosíntesis de las plantas y los océanos son los grandes absorbedores netos de dióxido de carbono (CO²). Son nuestros únicos aliados en este quehacer. Los minúsculos esfuerzos de reabsorción de CO² producido por instalaciones emisoras humanas son respetables pero ineficientes para restablecer el equilibrio.

Si analizamos los países mas emisores del planeta, China (32%), EEUU (13%) e India (11%) suman más del 56% de las emisiones antropogénicas del planeta.

Mi egoísta, pero objetiva conclusión es que mientras los países productores de más de la mitad de los gases de efecto invernadero no disminuyan drásticamente sus emisiones, mientras los gobiernos de nuestra querida Europa sigan permitiendo la producción de electricidad quemando gas, carbón, petróleos y derivados, a mí no me pidan desmesurados sacrificios vitales que reduzcan exageradamente mi confort y mi economía. La agenda 2030 es una quimera inalcanzable y exige unos cambios drásticos, en parte inútiles y excesivos en todo caso, al 5% de la población mundial. Mi compromiso y mis esfuerzos están y estarán a favor de la reducción de emisiones de gases, líquidos, partículas y sólidos que polucionen el planeta. Mi forma de vida ha cambiado en tal sentido y seguirá cambiando. Pero no me exijan sacrificios dogmáticos ni adhesiones inquebrantables destinados a fracasar ineludiblemente en sus objetivos, que van contra mi forma de vivir y tienden a anular mi propia identidad.

Debemos reconocer que sobre los factores no antropogénicos del cambio climático, nada pueden hacer los habitantes del planeta. Dado que su magnitud es de proporciones gigantescas respecto a las que la actividad humana pueda suponer, es posible que la actual alarma sea simplemente la reacción al reconocimiento de nuestra debilidad y nimiedad como seres humanos. 

 En Barcelona, 12 de abril de 2023.

Referencias:

-(1) NASA Change (2019). Carbon Dioxide Concentration | NASA Global Climate Change. https://climate.nasa.gov/vital-signs/carbon-dioxide/

– (2) IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático https://www.ipcc.ch/languages-2/spanish/

– (3) Skeptical Science (2015). Plants cannot live on CO2 alone. https://skepticalscience.com/co2-plant-food.htm

– (4) Sneed, A. (2018). – - Ask the experts: does rising CO2 benefit plants?. Scientific American. https://www.scientificamerican.com/article/ask-the-experts-does-rising-co2-benefit-plants1/

– (5) Carrington, D. (2019). Tree planting ‘has mind-blowing potential’ to tackle climate crisis. The Guardian. https://www.theguardian.com/environment/2019/jul/04/planting-billions-trees-best-tackle-climate-crisis-scientists-canopy-emissions

– (6) Campbell, J., Berry, J., Seibt, U., Smith, S., Montzka, S., & Launois, T. et al. (2017). Large historical growth in global terrestrial gross primary production. Nature, 544(7648), 84-87. doi:http://doi.org/f9xxnp

– (7) Green, J., Seneviratne, S., Berg, A., Findell, K., Hagemann, S., Lawrence, D., & Gentine, P. (2019). Large influence of soil moisture on long-term terrestrial carbon uptake. Nature, 565(7740), 476-479. doi:http://doi.org/gftrpf

– (8) Kovenock, M., & Swann, A. (2018). Leaf trait acclimation amplifies simulated climate warming in response to elevated carbon dioxide. Global Biogeochemical Cycles, 32(10), 1437-1448. doi:http://doi.org/gd886k

– (9) Myers, S., Zanobetti, A., Kloog, I., Huybers, P., Leakey, A., & Bloom, A. et al. (2014). Increasing CO2 threatens human nutrition. Nature, 510(7503), 139-142. doi:http://doi.org/gc3fqj

lunes, 10 de abril de 2023

20 Aniversario

 Políticamente incorrecto, irredento pecador.

Este es un escrito irrelevante por cuanto está motivado por el cumpleaños no de un humano, ni tan siquiera una mascota. Hoy, nueve de abril de 2023, mi coche cumple 20 años.

He poseído no pocos vehículos y actualmente tengo algunos, de dos y cuatro ruedas, todos ellos más modernos, pero ninguno ha tenido ni tiene la consideración de “mi coche” como el que cumple hoy su veinteavo aniversario.

Es un Porsche 911, de los muchos miles que se llevan fabricando desde 1963. Se mantiene en un excelente estado a pesar de su edad y sus casi doscientos mil kilómetros. Ha sido un fiel compañero, fiable, divertido, potente, dócil y rebelde a la vez y sigue transmitiendo emociones a quien lo conduce llenando de placer cualquier trayecto adaptándose al perfil del trazado como guante de seda en puño de hierro. Pretendo seguir con él durante los próximos veinte años, hasta que uno de los dos expire y deje al otro en la soledad y el desconsuelo.

Pero ¡qué digo! ¡Veinte años! ¡Blasfemia! ¡Un coche térmico en 2043!

Pues sí. Reflexionemos. Partimos de axiomas falsos confundiendo el CO² con la polución, el cambio climático con el fuego del infierno. La combustión es una reacción química exotérmica en la cual se produce una reacción entre una sustancia combustible y un agente oxidante (usualmente oxígeno), generando calor y emitiendo productos de combustión, como dióxido de carbono, agua y otros gases y residuos. Durante la combustión, la energía química almacenada en la sustancia combustible es liberada en forma de calor y luz, lo que la convierte en una fuente importante de energía para muchas aplicaciones prácticas. Recordemos que la revolución industrial liberó al ser humano del esfuerzo para realizar un trabajo sin usar su energía física, rompió los límites de la energía disponible y por tanto el potencial de trabajo de la humanidad.

Sin embargo, la combustión también puede tener efectos negativos sobre el medio ambiente, ya que hay productos de la combustión que pueden contaminar el aire. Por esta razón, se buscan formas de reducir la emisión de gases y residuos en los procesos de combustión. Vamos a profundizar un poco buscando la ecuanimidad y los efectos probados.

Los gases.

El dióxido de carbono (CO²) es un componente esencial para el proceso de fotosíntesis de las plantas. Durante la fotosíntesis, el CO² es absorbido por las hojas de la planta a través de unos pequeños poros llamados estomas. Una vez dentro de la célula vegetal, el CO² se combina con una molécula llamada ribulosa bisfosfato (RuBP) para formar una molécula inestable llamada ácido fosfoglicérico (PGA). El PGA se convierte en glucosa y otros compuestos orgánicos a través de una serie de reacciones químicas que requieren energía de la luz solar y de otras moléculas disponibles en la naturaleza. Sin CO², las plantas no pueden realizar la fotosíntesis y crecer, lo que tendría un efecto devastador en el ecosistema y la vida en la Tierra. Los análisis geológicos muestran que la concentración de CO² en la atmósfera terrestre desde la aparición del hombre en la tierra, ha fluctuado entre 250 y 700 partes por millón (ppm). Las fluctuaciones dependen en gran medida de efectos naturales (eventos volcánicos, meteóricos, etc). Se estima que al comienzo de la revolución industrial la concentración era de 300 ppm y hoy alcanza los 416 ppm. Las plantas crecen más, emiten más oxigeno y nosotros respiramos mejor en este sentido. El efecto invernadero del CO² es importante, pero de menor entidad que los aspavientos de movimientos catastrofistas quieren magnificar. Controlar su evolución, sí. Pero la criminalización actual del CO² es rotundamente una exageración impropia. Estamos hablando del 0,04% de los componentes de nuestra atmósfera. En todo caso, los grandes productores de CO² son las plantas de producción eléctrica, en su mayor parte.

Los óxidos de nitrógeno (NOx) son gases producidos durante la combustión a altas temperaturas y pueden causar problemas respiratorios, como el asma, y contribuir a la formación de smog y lluvia ácida.

El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro e incoloro muy tóxico para los humanos y los animales, ya que interfiere con la capacidad de la sangre para transportar oxígeno.

Los hidrocarburos (HC) en forma gaseosa son emitidos cuando el combustible no se quema completamente y pueden contribuir a la formación de ozono troposférico, un contaminante del aire perjudicial para la salud.

Las partículas.

Las partículas microscópicas de muy diversa composición, pueden causar problemas respiratorios y enfermedades pulmonares cuando se inhalan, y también contribuyen a la formación de smog y a la contaminación del aire. Los motores térmicos emiten una variedad de productos sólidos en forma de partículas cuando se quema el combustible en su interior. Estas partículas se conocen como material particulado o PM (por sus siglas en inglés, Particulate Matter).

El material particulado emitido por los motores térmicos puede variar en tamaño y composición, dependiendo del tipo de combustible utilizado, la calidad del combustible, el diseño del motor y otros factores. Algunos ejemplos comunes de productos sólidos emitidos por un motor térmico son:

Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP): Estos compuestos orgánicos sólidos son producidos durante la combustión incompleta del combustible y pueden ser tóxicos para la salud humana y el medio ambiente.

Óxidos de azufre (SOx): Estos productos sólidos se forman cuando el combustible contiene azufre y se quema a altas temperaturas. Pueden contribuir a la formación de lluvia ácida y otros problemas ambientales.

Metales pesados: Algunos metales pesados, como el plomo, el cadmio y el mercurio, pueden estar presentes en el combustible y ser emitidos como partículas sólidas durante la combustión.

Cenizas: Las cenizas son el residuo sólido que queda después de la quema del combustible. Estas partículas pueden ser tóxicas y contribuir a la contaminación del aire y generar smog.

Es importante controlar y reducir la emisión de estos productos sólidos de los motores térmicos para proteger la salud humana y el medio ambiente. Los motores modernos ya utilizan tecnologías como los filtros de partículas para reducir la cantidad de material particulado emitido por el motor.

Para reducir la emisión de gases y partículas tanto en su cantidad como en su poder contaminante, se utilizan tecnologías como los sistemas de control que incluyen sensores, catalizadores y filtros activos. Las tecnologías híbridas en la tracción de vehículos, permiten recuperar la energía en las deceleraciones (frenados) y así disminuir los consumos y por tanto emitir menos residuos. Combustibles mejorados con nuevas tecnologías y esfuerzos adicionales en la producción de motores más limpios contribuirán a una larga vida de los motores térmicos cuya sustitución, hoy en día, no es posible sin dañar grave y profundamente la vida humana en sus facetas laborales y económicas, así como en el confort y libertad conseguidos.

Dejaremos atrás indudablemente nuestra era del carbón (combustibles fósiles), pero a su tiempo y en función de la capacidad humana para sustituirlo por conjuntos (combustible y motor) basados en otras tecnologías. Consumir carbón, gas y petróleo para producir energía eléctrica y luego favorecer al coche eléctrico portador de un inmundo almacén de contaminación escondido en su batería, no es la solución. Las baterías tienen una vida operativa claramente inferior a la del coche térmico y su reciclaje es mucho más complejo que éste, con restos imposibles de eliminar totalmente y potencialmente muy peligrosos para la vida. La generación de electricidad "verde" (sin gas, carbón, ni petróleo) para las necesidades de la humanidad actuales (y menos futuras) no se conseguirá hasta el próximo siglo (por lo menos). La esperanza actual de producción eléctrica en una térmica de fusión no es probable hasta finales del presente siglo. Estamos en un impass y deberemos gestionarlo con inteligencia y basándonos en realidades y no inútiles quimeras. Deberemos trabajar durante los próximos decenios para producir mejores y eficientes combustibles y motores menos contaminantes. Las baterías, los combustibles, los neumáticos, los alquitranes y los motores (en este orden) deberán ser más amigables con la naturaleza.

En esta extraña Europa donde vivimos, habitan unos cuatrocientos millones de personas. La población mundial se aproxima a los ocho mil millones de seres humanos. Representamos menos del 5% de la humanidad. En Bruselas deben desconocer este dato. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), la industria automotriz emplea directamente a 2,8 millones de personas en Europa y cerca de 15 millones de empleos indirectos. La producción de vehículos eléctricos no precisa de esta mano de obra. De los siete mil seiscientos millones de personas no europeos, la gran mayoría sueña con poseer un Porsche, un Mercedes, un Audi, un Ferrari... Un coche europeo (térmico). La industria europea puede valorar su producto gracias a este inmenso mercado. Los vehículos que usará el 95% de la humanidad seguirán siendo térmicos, tras el 2030. Según lo que ahora predican los voceros de nuestros líderes europeos, renunciaremos a estos productos y mercados y el 5% de la humanidad irá a pie o andando a buscar trabajo en la Ford, la Toyota o la General Motors. La polución debida a los coches térmicos (sea la que sea) se reducirá en un inapreciable ¿5%? ¿Europa se depreciará y se empobrecerá mediante este suicidio colectivo para conseguir algo parecido a nada?

Por mucho que se legisle contra ella, la realidad es cabezona y nada influenciable.

¿A qué intereses sirve la irrealizable agenda 2030 impuesta por esta endógena Europa? Para mí, ésta es la pregunta que requiere una clara y necesaria respuesta. 

Los políticos no buscan largas explicaciones como la presente, algo complejas y buscando la comprensión de la gente en procesos no siempre bien conocidos. Buscan un eslogan y un culpable. Luego, los medios serviles, la propaganda y supuestos estudios técnicos rastreros esparcen el mensaje corto de simplona comprensión. 

Parece que es mejor matar al paciente que buscar el remedio a la enfermedad.

martes, 14 de marzo de 2023

Malos Tiempos

 Corren malas épocas. El Barça y Catalunya están siguiendo un proceso (procés en catalán) vergonzoso y vergonzante en las últimas décadas. Caen lejos aquellos años noventa en que un Pascual Maragall eufórico anunció las olimpiadas y el famoso 3%. Quedan lejos la alegría, la euforia, la mejoría, la pujanza y el desmadre. En el gobierno de España se robaba a espuertas y la corrupción reinaba desde Punta Umbría, con epicentro en Sevilla y Madrid, hasta Barcelona y Andorra. La corrupción y el fracaso vienen de lejos. Y permanecen.
Hemos malgastado el tesoro de la democracia, la libertad y la ilusión del 78. En una década malogramos lo que creíamos sería nuestro camino a Ítaca. Del 75 al 85 malgastamos una oportunidad de oro que solo algunos países han transitado sin sangre.
Ahora toca apechugar con lo que hemos hecho mal, lo que ha hecho mal el Barça, lo que ha hecho mal, muy mal Catalunya. Y, por qué no decirlo, también el resto de España.
Dicen que quien la hace la paga, pero en muchas ocasiones unos la hacen y la pagamos los demás. Ello se extiende en el tiempo y el espacio. François Mitterrand cedió a los disturbios del 68 y estableció en Francia una insostenible edad de jubilación (60 años). Hoy los franceses y su actual presidente retoman los disturbios 54 años más tarde. 
La crisis de 2008 fue mal cerrada por el cansancio de políticos y de la élite económica, a base de deuda y malas prácticas. El ciclo mal cerrado nos volverá a caer encima sin remisión. Con otros actores causantes del desaguisado, pero con los mismos pagadores que poco o nada tienen que ver con su origen.
Dicen que los gobiernos son reflejo del país y sus votantes. Si es cierto, lo dicho; toca apechugar.

viernes, 19 de agosto de 2022

Con nombre y apellido

 Tras el indigno comportamiento de unos centenares de energúmenos en el acto de reconocimiento a las víctimas de los atentados de Barcelona del 17 de Agosto de 2017, viendo quien lideraba el grupo de golfos analfabetos sin respeto a madres llorando a sus hijos muertos por la barbarie de cuatro terroristas, no puedo más que expresar mi cólera. No han respetado ni el minuto de silencio en un acto donde se fundían lo más intimo de lo privado con el reconocimiento público al sufrimiento.

Laura Borrás.

Personaje repugnante, lideresa de los miserables y sectarios. Su formación política da más asco cuanto mejor se les vé y conoce. Esta mujer concentra casi todos los vicios y defectos que han hecho de Junts pel 3% el peor ejemplo de lo que puede ser un partido político. Destructivos, malsanos, matones, irresponsables, ladrones, chulos de barrio, incívicos, desleales, traidores y faltos de toda empatía.

El clan Pujol - Mas generó en 2009 un movimiento fundamentalista para tapar sus vergüenzas y culminó en 2017 con la huida de sus propios actos del farsante Puigdemón. Desde entonces, personajillos rastreros y aprovechados no dan más que malos ejemplos y peores liderazgos.

Me dán mas asco que pena, y como Catalán, vergüenza ajena.

miércoles, 16 de junio de 2021

Energía (II)

En Setiembre de 2004 redacté un escrito que publiqué en 2011 sobre la energía eléctrica. Hoy, que el kilovatio ha alcanzado su récord histórico a nivel de precio, deseo poner de relieve los mismos conceptos que me indujeron a la redacción citada.  

http://rogersangenis.blogspot.com/2018/12/hoja-de-ruta-sobre-la-energia_16.html?m=1

Falta cultura, educación y conocimiento sobre la generación de energía y sobran tópicos, falacias e intereses mas o menos ocultos.

Ante todo, debemos reconocer la extraordinaria aportación a la humanidad de la revolución industrial. Liberar al ser humano del esfuerzo para realizar un trabajo sin usar su energía física rompió los límites de la energía disponible y por tanto del potencial trabajo de la humanidad. Todo ello a costa de la quema ingente de maderas, carbones y toda suerte de compuestos orgánicos.

Pasados dos siglos, una vez descubierta la otra cara de la moneda, la perjudicial liberación de gases de efecto invernadero y la emisión de partículas compuestas derivadas de la combustión, se enfocó el abandono de la Era del Carbón. Ante los errores de inicio en las instalaciones atómicas que produjeron algunos incidentes fatales, también se quiso abandonar la Era Nuclear. Todo ello sin orden ni concierto y obedeciendo oscuras voces con los más inconfesables intereses y con el uso indiscriminado de populismos, eslóganes y creando movimientos supuestamente populares y espontáneos. Demasiadas pancartas y banderas contra pocos estudios científicos y programas serios avalados por planes ejecutivos realizables y asumibles por la población y la economía.

El cortoplacismo y otras vergonzosas prácticas de políticos a todos los niveles y de los lobbies económicos, nos han llevado donde estamos, y las primeras quejas se están haciendo oír.

Los Países nórdicos generan una gran parte de su energía eléctrica en centrales nucleares, y el precio de generación de ésta es menos de la mitad del de España. Francia genera y vende a toda Europa electricidad producida en sus 58 centrales atómicas y su tecnología es la más avanzada del mundo (junto con EEUU).

Hasta que no llegue la tecnología de fusión (supuestamente a finales del presente siglo) la única forma de abastecer a la humanidad de suficiente energía eléctrica limpia y económicamente asumible es la central nuclear de fisión de tercera generación. Alguien lo tiene que decir y alguien deberá escucharlo.

viernes, 5 de febrero de 2021

Democràcia

 Democracia

Hay campos del pensamiento que uno poco o nunca se arriesga a remover. Hoy la esencia del sentido democrático está en entredicho, no solo en España. En toda Europa ha habido durante estos últimos años, muestras inequívocas de la debilidad del sentido democrático y pone en duda las desmesuradas muestras de la inquebrantable convicción de nuestros pueblos y, especialmente, de sus dirigentes.

Hemos convertido la fuerza de la mayoría en el súmmum y el ideal de la gobernanza. Lo mismo que las guerras se ganan a base de tener mayores fuerzas armadas que el enemigo, hoy en día, la mayoría impulsa a una fuerza política a los mandos de una comunidad. Cuanta más gente apoya una fuerza política, con mayor empuje (e impunidad) podrán imponer sus ideas al resto de la sociedad.

La democracia sigue siendo una resultante de la cantidad, no de la calidad. Los actuales ganadores dentro de un sistema, poco o nada van a cambiarlo. Por eso es tan infrecuente el cambio de leyes electorales, cuando son manifiestamente mejorables. Así, la democracia es un sistema que tampoco contiene en si misma las herramientas de una evolución positiva. Sino más bien al contrario, hay muestras más que sobradas de tendencias dictatoriales insertas en los gobiernos a todos los niveles. En Ayuntamientos, Regiones, Estados e instituciones supra nacionales tienden a mostrar su faceta más despótica cuando intentan imponer el modelo de la mayoría “democrática” a la sociedad entera a la que deberían servir.

Por desgracia el impulso democrático es en esencia el estímulo para formar parte de los que pueden imponer sus ideales a aquellos que piensan de forma distinta a uno mismo. Por ello la euforia mostrada por parte de aquellos que ganan unas elecciones. Todos creen que sus ideales son los buenos, y los de los otros no tanto o muy a menudo, simplemente malos.

Como en las batallas, la promesa de resultar vencedor es el mayor estímulo posible para los participantes al enfrentamiento. La ventaja indudable de la democracia es que los enfrentamientos se producen a base de votar y no disparar. ¡Es una virtud destacable!

A pesar de ello los resultados para la sociedad mantienen los defectos de siempre. Los vencedores imponen una retórica, una historia, unas verdades indiscutibles unos conceptos políticamente correctos o incorrectos, según el caso. Se olvida que toda su fuerza está basada en la cantidad y ello no debería suponer cualidades indiscutibles de su esencia ideológica. Pero por ello compiten, por ello rivalizan y se enfrentan; para ganar. Y el vencedor, manda. Como siempre.

La pantomima del sistema parlamentario se traduce en un juego mercantilista de favores cuando no de chantajes directos camuflados en supuestos intereses de unos administrados determinados. La peor característica de este sistema es su ineficacia y su coste. Los favores se pagan, y en última instancia el coste se carga a toda la sociedad en su conjunto o en parte de ella mediante prohibiciones, imposiciones, así como con impuestos generales o directos.

La democracia es cara por su esencia y su estructura. También por la incorporación de personas cuyo valor es su afinidad y lealtad política al líder, muy por encima de su valía profesional, sus conocimientos, su experiencia y habilidades en la gestión del entorno que debe administrar. Una vez más, la democracia no incorpora tendencias a la mejora del propio sistema.

El Club de Roma del año 1950, que fue la raíz de lo que hoy llamamos Europa, se fundó para controlar los mercados del carbón y del acero para evitar nuevas confrontaciones. Europa se ha querido vestir de federación de estados con un espectacular fracaso político de desconocidas consecuencias e imprevisible desenlace, tras el Brexit. Los estados están predispuestos a ceder parte de su poder económico (a la postre, juegan con el dinero de los ciudadanos). No es lo mismo si nos referimos a su poder político, que anida en el partido ganador de elecciones. A mi modo de ver es el fracaso cantado de la Europa unida en lo económico (hasta cierto punto) y desunida tanto en lo político como en lo social.

La ONU fue formada por 51 países antes del fin de la última guerra mundial con el fin de crear un nuevo ordenamiento internacional con prevalencia de los valores e intereses de Occidente. La asamblea general incorpora actualmente 193 estados miembros y se supone que el gobierno de la mayor organización internacional existente es su Secretaría General. No obstante, el Consejo de Seguridad de 15 miembros (formado por 5 miembros fijos con derecho a veto y 10 miembros no permanentes) es quien tiene poder decisorio e impone sus “resoluciones” al resto de los miembros de la asamblea. Es de destacar que la República Popular China es uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

Las grandes organizaciones mencionadas, adalides del mundo democrático (¡Sic!), son grandes mercados de intereses y favores. Su complejidad, enorme estructura, desmedida magnitud económica y opacos vínculos con líquidas entidades de descomunal poder mundial alejan sin duda los propósitos inicialmente planteados por ellas mismas.

 La democracia, no es más que un sistema de poder cuya base es la multitud (la mayoría), en contraposición con el gobierno de uno (monarquía / dictadura) y el gobierno de los destacados (aristocracia / tecnocracia). La famosa frase de Churchill, “la democracia es el menos malo de los sistemas políticos”, es una de estas verdades impuestas por los vencedores, al final de la última gran guerra. Curiosamente, Churchill la popularizó antes de perder las siguientes elecciones a las que se presentó. Los más antiguos sistemas tribales ya incorporaban de forma básica procedimientos similares a la democracia. El más fuerte (en cualquier sentido que se le quiera dar) era aquel que obtenía el favor de la mayor parte de la tribu, e imponía su voluntad (su gobierno). Hoy en día, con la democracia representativa (la única posible), los procedimientos se han sofisticado, pero los resultados acaban siendo los mismos.

El historiador Plutarco, describió la democracia griega en épocas de Platón y Aristóteles, como una mezcla de democracia y aristocracia (mujeres, metecos y esclavos quedaban al margen del sistema participativo). Desde aquellos tiempos ha habido múltiples interpretaciones del sistema democrático.

En todos ellos, a pesar de las supuestas democracias participativas, los ciudadanos acaban siendo servidores y pagadores del sistema. Dado que el que gobierna lo hace gracias al sistema, no existe voluntad alguna de modificar el propio sistema en favor del ciudadano, no fuera a favorecer a la competencia. Los últimos intentos de democracia participativa han sido verdaderos fiascos (Independencias de Escocia, Quebec, Baviera y Catalunya entre otros, el Brexit, etc.). Los propios Suizos, expertos en el tema, reconocen que quien escoge la pregunta y como y cuando hacerla, puede condicionar perfectamente el resultado.

Nuestro sistema electoral no puede considerarse democrático sino partitocrático. Una restringida cúpula de cada partido, desconocida por el público, decide quien va a ir en las listas que se presentan a las elecciones. Muchos (la gran mayoría) de los nombres insertados en dichas listas son desconocidos por quien acaba votando dicha lista por el motivo que fuere. Dado que los mensajes electorales pueden ser (y de hecho son en su mayoría) promesas al aire y brindis al sol, que acabarán no produciendo realidad alguna, se vota básicamente a un partido cuya ideología parece la más próxima al votante o simplemente a su líder por cualquier afinidad. El rebaño es fácil de engañar. Luego, el número de diputados o senadores no será más que eso; un número. Una vez más, nuestra democracia está basada en la cantidad sin filtro alguno respecto a la cualidad del partido vencedor a quien se da un cheque en blanco durante cuatro años sin responsabilidad alguna si se incumplen promesas y programas. 

¿A qué juego jugamos? Este escrito no tiene otro objeto ni motivación que la de rebajar el nivel de culpabilidad que podemos sentir en el momento de analizar nuestro sentido democrático. El hecho de votar o decidir no hacerlo debería satisfacer suficientemente nuestros sentimientos. Si además votamos de forma racional y meditada, mejor que mejor.

Barcelona 5 de Febrero 2021

lunes, 6 de julio de 2020

Ennio Morricone - Sergio Leone

Colaboré con Sergio Leone en alguna de sus películas como fónico (grabación de sonido directo). Mi suerte fue figurar en una ficha de la Metro (Metro Goldwyn Mayer) como "Sound Engineer" gracias a una colaboración en el rodaje de "The Great White Hope" (La gran esperanza blanca) en 1970, en la que tuve que sustituir al jefe de equipo de grabación por accidente durante unos días.
Con ello entré a formar parte del equipo de rodaje en España de esta productora, que en su momento, descubrió el "spaghetti western" como una rentable fórmula para internacionalizar sus películas del Oeste americano. El genio de Sergio Leone hizo de la receta una auténtica lista de éxitos no exentas de originalidad, ingenio y agudeza. Como todos los grandes, supo rodearse de todo aquello que sumara inteligencia y calidad. La relación con Sergio Leone nunca era trivial. Su vitalidad y su genio desbordaban toda contención posible. Sus amigos eran a su vez, personas excepcionales.
Conocí a Ennio Morricone durante el rodaje de “Giu la testa coglione” ("Agáchate, Maldito", en España.), en 1971. Fue en la llanura de Guadix, durante una noche de rodaje, en que dos locomotoras debían chocar frontalmente en la escena climax de la obra, con James Coburn, Rod Steiger, Romolo Valli, Maria Monte y un maravilloso equipo de rodaje.
Sergio y Ennio eran grandes amigos, ambos de gran calidad humana sumaban una excepcional sensibilidad, humanidad y sentido del humor.
Tengo decenas de recuerdos y anécdotas mezclando vodka, limoncello y altas dosis de fino sentido y gran corazón. No era extraño acabar los rodajes con una comida, o cena, o lo que fuera que se alargaban durante horas en una desbordante muestra de relatos repletos de vivencias, inteligencia y humor. Tampoco era inusual escuchar los esbozos musicales que Ennio componía para una u otra secuencia del filme. Las discusiones eran acaloradas, vitales, sin reservas ni fingimientos. Ennio se iba a Roma, y tras unos días, volvía al rodaje con nuevas melodías, nuevos temas que solo un genio como él podía sintetizar de la obra que se estaba rodando. Según él, se debía poner en la película todo lo que no se veía ni se decía. Sin Ennio, el cine nunca habría sido completo, lo que ha sido y lo que es.
Yo no era nadie entre un nutrido grupo de grandes hombres. Pero algo aprendí de su sabiduría y tuve el honor de ser tratado como un igual en un entorno que me superaba en todos los sentidos.
Hoy lloro una vez más por alguien que nunca hubiera debido morir.

lunes, 3 de febrero de 2020

Restricciones

Restricciones
Dicen que todo el mundo tiene una historia para contar. Diríase que algunos tenemos unas cuantas o, por lo menos, varias formas de contar nuestra historia.
En un escrito de título “De Luca a Lucas” narro una historia de unos cuatro mil quinientos millones de años como una consecución de extinciones de las cuales somos herederos y, por ahora, vencedores circunstanciales en el largo camino de la vida.
(https://rogersangenis.blogspot.com/2011/03/de-luca-lucas.html).
En él relativizo la importancia de nuestra especie. También en cuanto a su capacidad de modificación del entorno y el devenir del hilo fino que conduce a la permanencia o a la extinción.
En la historia de la humanidad se encuentran a menudo locuras de masas, fanatismos desatados, religiones agresivas y triunfantes, y una larga retahíla de enajenaciones grupales que, alejadas de toda razón y razonamiento, confunden al personal que acaba creyendo, divulgando y defendiendo ante cualquier cuestionamiento, un concepto sin fundamento ni demostración posible. Así nos va.
Nunca faltan personalidades de autoridad moral incuestionable que cogen cualquier bandera suficientemente poblada para liderar sin complejos el movimiento generado esperando sin duda sacar provecho de la situación, aunque sea el efímero lujo de salir en la foto.
Toda teoría científica tiene en su planteamiento partidarios y detractores. Siendo la demostración irrefutable por comprobación repetitiva el camino para convertir teoría en ley, nunca faltan personajes que pretenden tomar el atajo para poder lucir la medalla que muchos pretenden. Sea en un sentido o en el contrario. La locura fanatiza y transmuta demasiado a menudo la ética y el rigor en picaresca y vehemencia. Jamás faltan candidatos.
Hoy, el calentamiento global es mas que una verdad incuestionable. Es un axioma fundamental de nuestro tiempo y motor de movimientos, leyes y prohibiciones en gran parte del planeta. Nuestros líderes y los dueños del gran capital necesitan dioses para mover seguidores y así manipular las masas en su propio beneficio, no fuera más que por seguir a los mandos del destino.
La revolución industrial precisó de la quema indiscriminada y masiva de productos fósiles para generar un cambio en la humanidad que hoy parece olvidado. Será preciso hacer un esfuerzo de memoria y generosidad para reconocer que la etapa de mayor contaminación ha sacado del hambre y la miseria a gran parte de la humanidad. La vida es hoy más larga y saludable que hace tan solo dos siglos. Esto es demostrable con cifras. El gran engaño, es confundir contaminación con CO2. La quema de combustibles fósiles produce óxidos de azufre y nitrógeno, metales pesados mezclados con cenizas volátiles, partículas finas que conforman un ambiente nocivo y las tan publicitadas nieblas urbanas. Los registros históricos reales y verificables, muestran un incremento de temperatura media de un grado centígrado en los dos últimos siglos. Evidencias científicas geológicas muestran mucho mayores variaciones en los últimos veinte siglos. Pero los egipcios, griegos y romanos no tenían internet ni medios de propaganda como los actuales.
No existe la menor evidencia ni se ha demostrado que el incremento de proporción de dióxido de carbono (0,042%) desde los registros de inicios del siglo XIX, tenga ningún efecto nocivo sobre la salud ni la longevidad del ser humano.
Bien al contrario, un ligero aumento de dióxido de carbono permite a las plantas ser más eficientes en la fotosíntesis, precisando menos agua para producir el tan necesario oxígeno. (Considerado gas letal hace tan solo dos mil millones de años).
Por tanto, bastaría una regulación gradual sobre los residuos realmente nocivos de la combustión de elementos fósiles para disminuir progresivamente hasta eliminar los efectos insalubres. Salir finalmente de la era del carbón debería ser un objetivo a medio plazo midiendo la eficiencia de costes y beneficios sin intolerancias ni obstinaciones.  
La polución que genera nuestra especie es de muy diversa índole. Algunos plásticos, la ganadería, la agricultura y la minería intensivas son algunas de las causas de efectos nocivos para la flora, la fauna, la salubridad de nuestras aguas y océanos y nuestra propia salud. Hay mucho que modificar, muchos usos a mejorar y muchas leyes y normativas que adaptar a nuestros tiempos.
Todo ello requiere estudio y rigor para acometer las grandes reformas medio ambientales que aseguren un futuro mejor para la humanidad. Pero es complejo y la divulgación de las causas y los remedios precisan de un mensaje difícil de elaborar y transmitir. Se debería alentar la comprensión de la gente para estimular su inteligencia y conocimiento. Desgraciadamente, esto queda totalmente fuera del ámbito de confort de nuestras élites, quienes buscan un mensaje simple, mas bien un eslogan y un culpable.
La alarma y la histeria colectiva impulsada si no generada por nuestros ilustres líderes ha prendido en la sociedad. Especialmente la juventud ha sido víctima de los altavoces emitiendo a través de su sistema educativo y propagandístico una gran falacia ligando las emisiones de dióxido carbónico con una inminente catástrofe climática cuya muestra es cualquier lluvia torrencial a efectos demostrativos pseudo científicos.
El número de “salva planetas” se incrementa día a día mientras se auto-imponen e imponen al resto de los mortales, temores y limitaciones en productos y costumbres sin la menor exigencia del necesario rigor científico.
Nuestras élites alimentan movimientos pseudo ecologistas y supuestamente científicos a fin de fomentar miedos que les permiten esclavizar a la sociedad y manipular en su favor a base de multas, sanciones y restricciones.
Roger Sangenis i Bermejo
Barcelona, Febrero 2020.





miércoles, 1 de enero de 2020

¿Un día es un día?

 A veces un día no es un día.
Unas veces un día es una eternidad y otras un suspiro.
A veces, un día, significa futuro y otras pasado.
Un día es el presente, cuando se sufre, cuando se goza. 
Cuando uno enferma o sana; cuando uno se enamora o se defrauda: se casa, se separa; siempre es un día.
Cuando nace un hijo o muere un padre, es un día.

Pero cada día siendo distinto, es cualquiera de ellos un cacho de vida, una parte de nosotros. 
Un día es una porción nada despreciable de nuestro camino, de nuestro paso por esta miserable, y a la vez, maravillosa experiencia que es nuestra efímera existencia. 
Con excesiva frecuencia olvidamos el despropósito que significa malgastar cualquiera de ellos, como nos ocurre a menudo. 
Es un despilfarro del magro y único don que nos es dado.

martes, 19 de noviembre de 2019

Cambio Climático


Cambio Climático
Sin duda el cambio climático es una realidad. Desde que la tierra es tierra. Es decir, a escala terrestre, desde siempre. Los cambios son malos (a veces fatales) para unos y pueden ser una oportunidad para otros. Cuando la tierra mutó de un ámbito global anóxico a aguas, tierras y aires con una proporción creciente de oxígeno, muchas especies se extinguieron, pero muchas otras aparecieron y prosperaron. Lo perverso de un cambio es que no genere beneficio para nadie. La aceleración de los cambios en el clima terrestre hace prever que la capacidad de adaptación de gran variedad de seres vivos quedará superada (especialmente la del ser humano) y puede acabar con la vida en la tierra, por lo menos tal y como la conocemos. Es una especie de suicidio colectivo de toda nuestra especie. La tierra seguirá girando alrededor del sol por miles de millones de años. Pero, entre otras, sin la especie humana. Ahí queda esto para reflexionar.
Existe otro cambio no menos tóxico en el clima social. Por una parte, se ahondan los sentimientos de devoción en sectores de población altamente radicalizados. Ello permite alejar el conocimiento y la razón de decisiones y comportamientos. Por otra parte, el desprecio a la norma y el descrédito de la ley abre un espacio donde la irresponsabilidad, la conducta amoral y la falta de ética campan a sus anchas permitiendo que se socialicen actitudes transgresoras.
El frentismo y la confrontación son la nueva religión que gana adeptos día a día, alejando el relato hilvanado a base de conceptos éticos, conocimiento y rigor. El poder del Tweet, del mensaje corto y machacón aumenta, sin más horizonte que el eslogan y la sinrazón. Los sectarismos y los nacionalismos triunfan por la simplicidad de su mensaje. La sociedad, agotada y enferma, está cansada de esperas estériles, harta de mentiras, falsas esperanzas, explotaciones y abusos de los sistemas imperantes. Sean de corte medieval o ultra democráticos, los sistemas de gobierno, inmersos en un universo de falsedad, partidismo, egoísmo y represión, son sometidos por intereses globales anidados en una maraña inextricable de instituciones y entidades supra nacionales. Por el rumbo que toma nuestra historia como especie, se diría que está gobernada por insensatos suicidas. Pero mientras tanto ricos ya muy ricos se vuelven mucho mas ricos y los gobiernos partidistas endeudan los estados que gobiernan para mantenerse en el poder y no ser suplantados por otros partidos que ofrezcan más a la población que irremediablemente empobrece tanto intelectual como económicamente.
En Hong Kong, Chile, Siria, Bolivia, Irak, Francia, España, en cualquier lugar del mundo amanece el conflicto. Internet escucha, graba, analiza mediante sofisticados algoritmos, crece la inteligencia artificial y ofrece sus resultados al capital. Qué son sino, en parte, las “GAFAM” (Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft). Pero no ofrece soluciones a la sociedad. Solo la intoxica con una sobresaturación de historias y relatos que degradan los procesos reflexivos y arruina la confianza. El mundo social se encierra en sí mismo limitando el entorno a la propia persona y su entorno más próximo. La discordia, la antipatía, la división y la ruptura se imponen a la concordia, la empatía, la pertenencia y la continuidad. Es el caldo de cultivo necesario para el éxito del discurso del odio. De una y otra parte.
Hemos entrado en la era del enfrentamiento. Ello se demuestra en la erosión de la afinidad y trato entre bloques y dentro de los bloques, entre los propios estados y regiones. Muestra palpable de ello son las actuales relaciones diplomáticas y comerciales mundiales, rompiendo con toda expectativa anterior. Las relaciones entre personas, incluso próximas, se tensionan por motivos a menudo futiles, avivados por intereses de los gobiernos que los manipulan y los capitales que los utilizan en su beneficio.
A falta de guerras formales, se libran batallas de distintas intensidades, pero con la misma sinrazón y crueldad.
Roger Sangenis – Barcelona 19/11/2019

miércoles, 25 de septiembre de 2019

Trasmediterranea


Aviso a navegantes. Si va a embarcar en un buque de trasmediterránea, NO LO HAGA! No sin haberse puesto seriamente en forma. No valen abonos en gimnasios de pacotilla ni unas pocas sesiones de steps y aquagym. Deben formarse como auténticos profesionales de los cuerpos especiales. Yo, como muchos otros y otras, desconocía tal extremo y embarqué junto con mi coche sin especial preocupación. Los estibadores nos fueron mandando cubiertas abajo, con fastidiosas maniobras, hasta el mismísimo infierno llamado Garage A. Si ello les ocurre, abandonen toda esperanza, como escribió Dante en la puerta del infierno. Del garage A hasta recepción median cinco cubiertas. El trayecto cubierto por doce tramos de escalera infernal cuya pequeña huella y exagerada contrahuella (altura del escalón) hacen que cada ascenso sea un notable esfuerzo. La Señora que me precedía,cargada con una bolsa, un bolso y una caja respetable donde maullaba su mascota, mascullaba en cada impulso “esto es inhumano” y se ofrecía a dejarme paso. Yo aprovechaba la pausa para tomar resuello, secarme el sudor y rehusar cortesmente, haciendo ademán de dejar paso a la familia italiana que me seguía. El pater familia abría la boca como un rodaballo recién pescado. Cargado con una voluminosa mochila, rehusaba a su vez y tras dar las gracias, soltaba una retahilla de improperios como solo un idioma latino puede producir. El gobierno, la iglesia, el propio creador y su madre, así como profesionales de varios ramos eran objeto de sus maldiciones y blasfemias. Los niños que le seguían parecían aprender un nuevo vocabulario en boca de su padre. Fué un viacrucis hasta alcanzar la cubierta del front desk a través de una puerta semi oculta tras la zona de restaurante. Todos llegamos en un estado lamentable y hubo quejas. Ja! La mayor parte despachadas con una indiferencia absoluta por parte del servicio de recepción. Tan solo tres de nosotros nos atrevimos a pedir una hoja de reclamación. Se presentó un personaje de aspecto funcionarial que reclamó billetes, DNI, datos del vehículo, números de teléfono, correos electrónicos, etc. El primero de los reclamantes, ante la petición de tanta información, se rajó inmediatamente, requerido por su mujer que ya había recogido la llave del camarote. El segundo se puso afanosamente a escribir en una hoja encabezada por Trasmediterránea. Yo exigí una hoja de reclamación oficial. El personaje de Trasmediterránea me ofrecía una hoja de sugerencias de la compañía e insistía en que era lo mismo. Tras mostrar mi enfado y exigir una hoja oficial nuevamente, el personaje en cuestión desapareció y se personó un empleado vestido de marino mercante. Mostrando mi actitud más decidida, el marinero actuando de sobrecargo acabó sacando del fondo de un cajón la tan requerida hoja de reclamación. El hombre a mi izquierda que estaba acabando de escribir la biblia en la hoja de la compañía se sintió estafado y finalmente renunció con un cabreo más que evidente. Depuse mi solitario huevo en forma de hoja oficial de reclamación en el fondo de un cajón del front desk. No sé si sabré mas de él. En todo caso, sin haber recibido disculpa alguna de trasmediterránea, estoy buscando otras compañías que me aseguren una vuelta sin necesidad de pruebas físicas extenuantes. El sistema actual está plagado de falsas válvulas de escape. No fuera que por una sobrepresión de cabreo del populacho hubiera que cambiar algo a su favor. La hoja de reclamación es un ejemplo perfecto. Impide decir que no puedes hacer nada y es la coartada ideal para que todo permanezca como debe estar en manos de quien manda y sus estructuras públicas o privadas.

domingo, 30 de junio de 2019

Hartazgo

Hartazgo
No es exasperante, pero harta. Nuestra civilización avanza, se adapta y va perdiendo el miedo a reconsiderar sus hasta hoy, inmutables malas costumbres. Mientras progresamos en nuestro conocimiento, vamos rectificando errores atávicos e incorporamos a la razón aquellos conceptos que han sido falsamente inscritos en nuestras tradiciones, a menudo por desconocimiento, a veces de forma interesada y  perversa. A tropezones, con errores y aciertos, a menudo con exageraciones y orgullos mal entendidos y peor proclamados, pero vamos enmendando nuestro comportamiento como seres humanos.
No estoy especialmente orgulloso de mi sexualidad. Es más, soy consciente que poco o nada tiene que ver con ninguna voluntad ni esfuerzo que yo haya acometido en mi vida, ni en el entorno familiar y cultural en el que fui a nacer. La vida y su diversidad son resultantes químicos de la abundancia y la aleatoria.
Entiendo el empeño de afirmación de todas las tendencias sexuales. En especial aquellas que han sido perseguidas, repudiadas y rechazadas durante un inmenso periodo de tiempo de obcecado desconocimiento y también interesado oscurantismo.
En nuestra reciente historia, tenemos una apetencia pantagruélica por acrónimos y etiquetas. ¿Cuándo acabará esta farsa de la LGBTQIA? Vamos añadiendo letras a cada necesidad identitaria de tal manera que lo que pretende cualquier colectivo pasa a ser una amalgama de etiquetas pegadas a muy dispares identidades. Toda uniformidad se abandona en favor de un movimiento reivindicativo cuya homogeneidad se reduce a la protesta y la exigencia.
Formo parte de aquellos que sospechan que esta amalgama de letras ya solo es útil para la obtención de atenciones, derechos y prebendas, incluyendo las financieras. Entiendo que la orientación sexual de cualquiera no es un problema y por tanto no se debe estar buscando eternamente una solución. Cada uno de nosotros somos personas únicas y no una ecuación que necesariamente se deba resolver.
Para saber lo que se és, se coge una célula propia, se analizan sus cromosomas y se determina el sexo de la persona examinada. La humanidad sobrevive gracias a que la mayoría de las veces produce seres heterosexuales. Eventualmente, el género nada tiene que ver los que se siente, lo que se quiere o lo que se desea. Pero no perdamos el Norte. Lo que se és, es macho o hembra. Cada célula de nuestro cuerpo es binaria. No hay otra.
¿Tan difícil es vivir sin etiquetas? Nuestra sociedad está organizada alrededor de una gran convención que llamamos normalidad. Redefinir, incorporar, rectificar en su caso nuestra normalidad debería ser suficiente para que cualquier ser humano pudiera desarrollarse y vivir en plena libertad. Reivindicar la propia diferencia no debe comportar vivir con una bandera en la mano indefinidamente. Debemos volver a aprender a vivir discretamente nuestra libre identidad. Sin falsedades ni componendas, pero sin el exhibicionismo del que hoy hacen gala demasiadas personalidades arrebujadas en acrónimos excesivamente reverenciados.
Abramos nuestras mentes e incorporemos cuantas identidades y tendencias puedan surgir de distintas personas con diferentes necesidades. Intentemos excluir lo mínimo imprescindible para poder seguir viviendo incrementando nuestra libertad. No pretendamos que la razón de dos sea mayor que la razón de uno. Unamos las razones para formar la razón de razones de nuestra compleja humanidad. Atendamos las reivindicaciones con criterio y apertura de miras. Reflexionemos y valoremos sin prejuicios. Seamos también valientes para moderar aquellas exigencias que no aportan beneficio alguno a la diversidad y conjunto de nuestra cultura, más que tensiones y desequilibrios. Sin empujones ni algaradas, con voluntad y respeto, seguro que cabremos todos en un mismo plano.